La Xunta de Galicia y la Universidade de Vigo han iniciado una nueva campaña arqueológica en las islas Cíes, específicamente en la Illa do Faro, con el objetivo de profundizar en el conocimiento de la ocupación humana en este espacio natural, parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas. Esta iniciativa es parte del proyecto Sentinela y se centra en el yacimiento arqueológico de Casa de Vila do Mar, descubierto el año pasado.
Durante la presentación de los trabajos en Vigo, la conselleira de Medio Ambiente y Cambio Climático, Ángeles Vázquez, y el arqueólogo Adolfo Fernández, director de la excavación, destacaron la importancia de este proyecto, que durará cinco semanas. La intervención en Cíes completará las actuaciones acometidas desde 2021 en el arenal de Bois, en la isla de Sálvora; y en la fábrica de salazón de Canexol y en Cova do Lobo, ambas en la isla de Ons.
En 2023, durante unos sondeos preliminares, se hallaron restos de época galaico-romana, incluyendo un muro, tégulas (tejas) y cerámica, como ánforas, lo que motivó la continuación de las excavaciones para ampliar el estudio del área.
El yacimiento está protegido dentro del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Vigo, cercano a otros sitios arqueológicos relevantes, como el conchero y el conjunto del monasterio de San Esteban. Este proyecto cuenta con apoyo económico y logístico de la Consellería de Medio Ambiente, que invertirá 123.000 euros, parte de ellos provenientes de fondos europeos, con el objetivo de catalogar y registrar el patrimonio cultural del Parque Nacional.
Rica historia arqueológica
En relación con este hallazgo, las islas Cíes tienen una rica historia arqueológica. Desde el Paleolítico, las islas han sido hogar de distintas civilizaciones. Uno de los yacimientos más antiguos es el poblado de As Hortas, en la ladera del Monte Faro, habitado durante la Edad del Hierro y también en época romana. Se han encontrado restos que demuestran que sus habitantes consumían mariscos y pescado y mantenían relaciones comerciales con la costa.
Durante la Edad Media, las islas se convirtieron en un refugio espiritual, albergando monasterios como el de San Esteban y San Martiño. En siglos posteriores, las islas sufrieron ataques piratas, lo que propició su despoblación en el siglo XVI. Desde entonces, las Cíes han sido objeto de fortificación, repoblación y, finalmente, un destino turístico de gran atractivo por su valor histórico y natural.