El crimen de Samuel Luiz, el joven de 24 años que falleció tras una paliza en el paseo marítimo coruñés en la madrugada del 3 de julio de 2021, a la salida de un local de ocio, llegará tres años después a los tribunales. Un jurado popular determinará o no la culpabilidad de los cinco acusados, para los que se piden penas de entre 22 y 27 años de cárcel, en un juicio con 84 declaraciones, entre testificales y periciales, en la Audiencia Provincial de A Coruña.
Será tras la elección de los miembros del jurado el día 15 para proceder al día siguiente a la exposición de informes y cuestiones previas por las partes personadas: Fiscalía; acusación particular (la familia de Samuel); acusación popular (el colectivo LGTBI Alas Coruña) y las defensas.
El día 17 declararán dos de los acusados en un juicio previsto hasta el 18 de noviembre, con la entrega ese día del objeto del veredicto al jurado. Será con sesiones que comenzarán a las 09:45 horas y que se celebrarán, durante ese periodo, todos los días, de lunes a viernes, en horario de mañana.
Primeras declaraciones
De los acusados los primeros en declarar el día 17 serán A.M.R., para el que se piden 22 años de cárcel, y C.S.B, la única mujer que se sentará en el banquillo de acusados y para la que se solicitan 25 años de prisión.
El inicio de las testificales será también ese día con dos amigos de la víctima presentes en el lugar y los ciudadanos senegaleses que trataron de auxiliar a Samuel. Luego continuará con testificales y otras pruebas hasta que el 14 de noviembre tenga lugar la declaración de los tres acusados que han optado por hacerlo al final.
Se trata de D.M.M., el que, presuntamente, inició la agresión, A.F.G. y K.A.S.C. El primero se enfrenta a una petición de condena de 25 años de prisión, el segundo de 22 años y el tercero a 27 años.
A todos, como a los dos primeros, se les imputa un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento aunque en el caso de D.M.M. y C.S.B, también la agravante de discriminación por la condición sexual de la víctima. En el caso de K.A.S.C. se eleva la pena a 27 años por presunto delito de robo con violencia, en relación con el móvil del fallecido.
Otras testificales
A partir de las testificales del 17 de octubre, será el turno de viandantes que estaban por la zona, amigos de los acusados, el empleado de un pub y otros testigos. El 24 de octubre lo harán dos jóvenes también implicados pero que, por ser menores en 2021, fueron condenados en su momento a tres años y medio de internamiento en régimen cerrado tras un acuerdo entre las partes. Cuatro días después, el día 28, serán los padres de la víctima y al día siguiente la madre de uno de los acusados.
A partir del 30 de octubre, comenzarán las declaraciones de testigos/peritos, algo más de 40, entre ellos policías nacionales, como el coordinador de la investigación, facultativos, peritos de parte o personal de la Policía Científica. El 15 de noviembre se procederá a la lectura de los informes finales con posibilidad de que los acusados tomen la última palabra.
Discriminación por condición sexual
El 18 de noviembre se entregará el objeto del veredicto al jurado popular, que decidirá si los hechos descritos constituyen un delito de asesinato con enseñamiento y alevosía, como sostienen las acusaciones, además de un posible delito de robo con violencia por la presunta sustracción del móvil de la víctima que se atribuyó en la investigación a uno de los acusados.
En cuanto a las circunstancias agravantes, deberá determinar si dos de los acusados (D.M.M. y C.S.B) ejecutaron los hechos relatados “por causa de su animadversión hacia la orientación sexual homosexual que le atribuyeron a la víctima”.
Como circunstancias eximentes y/o atenuantes, la magistrada presidenta señaló en su auto que ha de establecerse, a través de las pruebas presentadas en la vista, si tres de los procesados, debido a la previa ingesta de bebidas alcohólicas o de drogas, se encontraban en estado de intoxicación, dando lugar “a alguna situación de alteración, disminución o eliminación de su capacidad para formar su voluntad y comprender el alcance de sus actos”.
Investigación
Según los investigadores, que constataron insultos de tipo homófobo hacia Samuel, que murió por un fallo multiorgánico como resultado de “muchísimos golpes”, los hechos comenzaron poco antes de las tres de la mañana cuando Samuel se encontraba haciendo una videollamada con una amiga a la salida de un pub en la zona de la playa de Riazor.
En ese momento, uno de los acusados, D.M.M., se dirigió a él para recriminarle pensando que le estaba grabando. Fiscalía sostiene que “por las palabras y gestos” de Samuel “interpretó que era homosexual, hecho que desencadenó una reacción aún mucho más virulenta, llegando a decirle: ‘deja de grabar a ver si te voy a matar, maricón”.
Todo ello mientras “le seguía golpeando con puñetazos y patadas” para iniciarse luego una persecución con la participación, sostiene, de los otros cuatro acusados, además de los dos menores ya condenados.
“Rodeándolo para asegurar el ataque”, sostiene el Ministerio Público quien apunta a una “crueldad extrema” con la intención de provocarle la muerte, en línea con las investigaciones policiales que apuntaron a una reunión posterior de los implicados en un parque antes de su detención. El crimen de Samuel Luiz provocó numerosas protestas y muestras de solidaridad, con colocación de flores y homenajes en el lugar de los hechos, además de manifestaciones en su recuerdo y pidiendo “xustiza”.