La parroquia de Bembrive, en Vigo, se encuentra hoy en el centro de un conflicto que enfrenta a cientos de vecinos con el proyecto de construcción de la autovía A-52. Esta obra, que promete alterar el paisaje y las vidas de muchos, ha generado una ola de protestas encabezadas por quienes verán sus hogares, propiedades y comunidades derruidas para crear esta infraestructura.
Lucas Zabaleta, un niño de 12 años vecino de Bembrive, es una de las voces que ha emergido en defensa de la causa. En un vídeo publicado en redes sociales, Lucas dejó clara la angustia que sienten muchos residentes: “Van a construir la autovía A-52 y va a desaparecer la casa de mis abuelos, que es donde vivo, y también las de muchos vecinos que construyeron sus hogares con mucho esfuerzo: destruirán una parroquia entera llena de comunidad y vida”, declaró con tristeza.
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Consciente del impacto que tendrá esta construcción en la vida de Bembrive, Lucas hizo un llamamiento a la acción: “Hay que detener esto cuanto antes porque hay una alternativa menos dañina, que es liberar el tramo de la autopista AP-9”, insistió.
Protestas vecinales
Más allá de las denuncias en redes sociales, los vecinos de Bembrive ya han llevado su protesta a las calles, al Parlamento de Galicia o incluso al pleno del Concello de Vigo, donde decenas de personas se dieron cita y, a pesar de permanecer en silencio, hicieron visible su descontento levantando carteles con el lema: “Bembrive merece respeto”.
A pesar de las dificultades para presentar sus alegaciones en el Concello de Vigo, situación que les ha llevado a hacerlo en Mos, hasta la fecha han recogido más de 6.000, lo que demuestra el nivel de oposición que este proyecto ha generado. Asimismo, en Change.org también están recogiendo firmas para expresar su rechazo al proyecto.
El malestar de los vecinos no sólo se debe a la amenaza de perder sus hogares, sino también a la sensación de exclusión que sienten por parte de las autoridades de Vigo. “Hay vecinos que se sienten más de Mos ahora mismo que de Vigo. Sentimos que nos excluyen de la ciudad”, lamentó desde Bembrive en pé.
Mientras tanto, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha sido tajante en su postura, afirmando que la A-52 se construirá “sí o sí”, sin importar las protestas. “No van a parar una obra que todo Vigo necesita”, aseguró, y añadió que su gobierno será el “principal defensor” de los vecinos que puedan estar afectados por la infraestructura.
Sin embargo, los afectados no piensan rendirse tan fácilmente. La Plataforma Bembrive en Pé está trabajando en una nueva alegación con la ayuda de un equipo de abogados y, con la ayuda de los fondos recaudados por los vecinos a través de su asociación, han logrado financiar los servicios legales necesarios para continuar con su lucha.