Galicia cierra 2024 con más empleo, pero el paro juvenil sigue en el 18,1%

El empleo en la comunidad alcanza los 1,15 millones de ocupados, pero un 32,1% de los jóvenes sigue en contratos temporales y la ocupación femenina es 7,6 puntos inferior a la masculina
Un soldador y un operario trabajan en unas obras | Europa Press

El último informe de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al cuarto trimestre de 2024 refleja una evolución compleja del empleo en Galicia. Mientras algunos indicadores apuntan a una recuperación, otros evidencian los desafíos persistentes en el mercado laboral de la comunidad. Galicia cerró el año con una población activa de 1.262.700 personas, lo que equivale a una tasa de actividad del 53,1%. Esta cifra representa una caída de 9.200 personas respecto al trimestre anterior. Sin embargo, en términos interanuales, el número de activos aumentó en 11.900 personas, un 1% más que en 2023. La población activa incluye tanto a las personas que tienen empleo como a aquellas que buscan trabajo de forma activa.

El número de ocupados se situó en 1.153.300 personas, con una disminución de 6.100 en el último trimestre. No obstante, si se compara con el año anterior, la ocupación creció en 17.400 trabajadores, lo que representa un incremento del 1,5%. Las diferencias de género siguen marcando la realidad laboral en Galicia. La tasa de ocupación masculina cayó hasta el 52,5%, mientras que la femenina se situó en el 44,9%, con una reducción de 0,4 puntos. A pesar de los avances en igualdad, la brecha sigue siendo evidente, lo que pone de manifiesto la necesidad de políticas que promuevan la inclusión femenina en el mercado laboral.

Uno de los datos más preocupantes es la tasa de paro juvenil, que se mantiene en un elevado 18,1%. Esto indica que casi uno de cada cinco jóvenes de entre 16 y 29 años que busca empleo no lo encuentra. Además, la tasa de temporalidad en este grupo se sitúa en el 32,1%, lo que significa que muchos de los contratos firmados son de corta duración, lo que dificulta la estabilidad laboral y la planificación de un proyecto de vida.

Por otro lado, la población mayor de 55 años ha incrementado su presencia en el mercado de trabajo, aunque sigue enfrentando obstáculos para la reinserción laboral. Este fenómeno responde, en parte, al retraso en la edad de jubilación y a la necesidad de prolongar la vida laboral.

Sectores y temporalidad

El sector servicios continúa siendo el principal motor del empleo en Galicia, con más de 800.000 trabajadores. No obstante, su crecimiento interanual es apenas del 0,2%, lo que sugiere cierta desaceleración. Por el contrario, la industria y la construcción han experimentado un crecimiento significativo, del 9,1% y el 6,7% respectivamente. Esto podría estar relacionado con inversiones en infraestructuras, el impulso de proyectos industriales y una mayor demanda de empleo cualificado.

El sector primario, que engloba la agricultura, la ganadería y la pesca, sigue en retroceso, con una reducción del 6,7% en el número de ocupados. Esta situación es especialmente preocupante en las zonas rurales, donde la falta de relevo generacional y la migración hacia las ciudades están afectando la sostenibilidad de estas actividades económicas.

Entre los datos más relevantes de la EPA destaca el aumento de los contratos indefinidos, que crecieron un 3,7% respecto a 2023. Al mismo tiempo, el empleo temporal cayó un 8,4%, lo que refleja los efectos de la reforma laboral y la búsqueda de mayor estabilidad en el mercado de trabajo.

A pesar de estos avances, la calidad del empleo sigue siendo una asignatura pendiente. La tasa de temporalidad general se situó en el 15,9%, con mayor impacto en los trabajadores jóvenes. Además, aunque se observa un aumento del empleo autónomo del 2,4%, muchas de estas iniciativas nacen de la falta de oportunidades en el mercado laboral tradicional, lo que podría estar indicando que, más que una elección voluntaria, se trata de una necesidad para muchas personas.

El desempleo sigue afectando a miles de familias en Galicia. De hecho, los hogares en los que todos sus miembros están en paro aumentaron en el último trimestre. Sin embargo, en comparación con el año pasado, se ha registrado una caída del 12%. Esto sugiere que, pese a las fluctuaciones trimestrales, la tendencia a largo plazo apunta hacia una reducción del desempleo estructural. Por otro lado, el número de hogares en los que todos sus miembros activos tienen empleo creció un 1,2% en términos interanuales, lo que indica una leve mejora en la estabilidad laboral. Sin embargo, la desigualdad en la distribución de ingresos sigue siendo un problema, con una brecha creciente entre aquellos con empleos estables y aquellos que dependen de trabajos temporales o precarios.

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