Las emblemáticas patatas fritas de Bonilla a la Vista, empresa con origen en A Coruña, tendrán un papel especial en la ceremonia de los premios Óscar: este reconocido snack gallego formará parte del exclusivo lote de obsequios que la compañía Dubois Pelin and Associates (DPA) entregará a los invitados de su prestigiosa fiesta, un evento paralelo a la gala de la Academia de Hollywood.
Bonilla a la Vista compartirá protagonismo con otras 31 marcas de renombre mundial que abarcan sectores como la moda, la cosmética y la gastronomía. La CEO de DPA, Nathalie Dubois-Sissoko, las destacó como «las patatas fritas más caras del mundo». Además, también estarán presentes en el aperitivo que se ofrecerá a los asistentes antes de la entrega de premios.
No es la primera vez que la firma coruñesa tiene una conexión con los Óscar. En 2020, sus patatas aparecieron en dos escenas de la película surcoreana «Parásitos», que se alzó con cuatro estatuillas, incluida la de Mejor Película. Este cameo impulsó notablemente la popularidad de la marca en Corea del Sur, donde se convirtieron en un fenómeno de ventas, al punto de que la producción de Bonilla a la Vista se duplicó.
Su fama también se disparó en Estados Unidos gracias a la influyente presentadora y actriz Oprah Winfrey, quien incluyó las patatas en su icónica lista de productos favoritos. El prestigioso diario The New York Times las catalogó entre los quince mejores regalos gastronómicos, destacando su textura «ligera, crujiente y equilibradamente sazonada».
Desde su modesta fábrica en Arteixo, Bonilla a la Vista exporta actualmente a 23 países, con mercados clave en Corea del Sur, Panamá, Taiwán, Canadá y Australia. En total, produce alrededor de 400 toneladas de patatas fritas al año, de las cuales un 15% se destina a la exportación.