Ganadería y pesca contra Altri y la mina de Touro: «Nos quieren arrebatar nuestro modo de vida»

La La Plataforma en Defensa da Ría de Arousa se movilizará contra estos dos proyectos, que consideran incompatibles con la actividad marisquera
La multitudinaria manifestación en defensa de Altri el pasado 15 de diciembre en Santiago | EP
La multitudinaria manifestación en defensa de Altri el pasado 15 de diciembre en Santiago | EP
Publicidad

La Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) ha convocado una manifestación tanto por tierra como por mar para denunciar lo que consideran un abandono del sector marisquero por parte de la Xunta de Galicia. Además, critican el respaldo del Ejecutivo autonómico a proyectos como la planta de Altri en Palas de Rei y la mina de Touro, que consideran incompatibles con la actividad marisquera.

La protesta se llevará a cabo el 22 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Agua, en el municipio coruñés de A Pobra do Caramiñal. La convocatoria cuenta con el respaldo de la Plataforma Veciñal Mina Touro O Pino Non.

Contaminación y su impacto en la ganadería

En una rueda de prensa celebrada en Santiago de Compostela, vecinos de Touro y O Pino alertaron sobre los efectos negativos de la mina en la salud animal, especialmente por la contaminación con arsénico derivada de la actividad extractiva.

Maricarmen Aguiar, portavoz de la Asociación de Gandeiras e Gandeiros Galegos (ELES ELAS), expresó su preocupación por la pérdida de tierras agrícolas debido a la concesión minera. Según afirmó, la ganadería genera más empleo y riqueza a largo plazo que la minería. «Nuestro sector es mucho más importante que lo que pueda aportar la industria de Cobre San Rafael», subrayó.

Un conflicto de modelos económicos

La principal preocupación de los vecinos es la sostenibilidad de sus actividades económicas. Mientras que la ganadería y la agricultura son sectores que pasan de generación en generación, el proyecto minero promete 400 empleos durante 16 años, pero deja la incertidumbre sobre el futuro de las tierras una vez concluida la explotación.

Eduardo, un vecino cuya vivienda se encuentra a apenas 200 metros de la mina, recordó que llevan una década protestando contra el proyecto. «Nos quieren arrebatar nuestro modo de vida», afirmó con indignación.

“La ganadería y la mina no son compatibles”

Los habitantes de la zona insisten en que la minería representa una amenaza para el empleo, la salud pública y la ganadería. «El arsénico afecta al ganado, entra en la sangre, pasa a la leche y a las crías», advirtió Eduardo.

Si el proyecto sigue adelante, los vecinos creen que supondrá la ruina para una comarca tradicionalmente agrícola y ganadera. «No pueden vendernos esto como una restauración de la antigua mina. Es una burla para los habitantes de la comarca de A Arzúa», sentenció una de las vecinas.

Relacionadas