La Audiencia Provincial de Lugo celebró este jueves el juicio contra un hombre y su pareja por abusos sexuales continuados a una menor y malos tratos. El hombre está acusado de agredir sexualmente a su hija de manera reiterada en el domicilio donde convivían la pareja y sus respectivos hijos, incluido uno en común, entre los años 2015 y 2023, en una localidad de A Mariña lucense. Su pareja, que no es la madre de la niña, está procesada como cómplice de agresión y de abusos.
La víctima, que no denunció los hechos en su momento por miedo a las represalias, relató en su declaración que su padre le realizaba tocamientos en sus partes íntimas cuando estaban a solas en casa, antes de cumplir los 13 años. A partir de esa edad, los abusos se consumaron de forma repetida, varias veces a la semana. En uno de los episodios, la mujer de su padre los sorprendió, amenazando a su pareja con terminar la relación si no abandonaba esa actitud.
No denunció antes por las amenazas de su padre
La joven también explicó que fue objeto de maltrato físico en varias ocasiones, siendo agredida por su padre, lo que le causó lesiones que requirieron atención médica. Según la acusación, la mujer sabía de las agresiones, ya que las presenció en varias ocasiones. La víctima también explicó que no denunció antes por las amenazas de su padre.
El acusado, que se encuentra en prisión provisional, se negó a declarar durante el juicio, mientras que la mujer, que aún mantiene la relación de pareja con él, negó conocer los abusos y los malos tratos. Defendió que la relación entre padre e hija era «normal» y que nunca presenció ningún tipo de contacto inapropiado.
El acusado, que está en prisión provisional y que llegó al juzgado esposado, se ha negado a declarar, mientras que la mujer, que aún mantiene la relación de pareja, sí lo hizo, negando todos los hechos. Ha definido la relación de padre e hija como «normal, sin nada raro» y que nunca vio ningún tipo de contacto sexual entre ambos, ni de malos tratos. «Como mujer y como madre nunca lo hubiese permitido», ha dicho. Ha afirmado tener una buena relación durante esos años con la víctima, con la que «hablaba de todo».
Durante su declaración, la mujer también explicó que el acusado y la niña no estaban nunca solos en casa, ya que siempre estaban los niños o ella misma porque su trabajo lo mantenía alejado del hogar entre semana. Además, acusó a una familiar de la víctima de «malmeter» en su contra, señalando que la denuncia se debió a una venganza relacionada con una disputa económica pasada.
La Fiscalía solicita 15 años
La Fiscalía ha solicitado una pena de 15 años de prisión para el hombre por los abusos sexuales continuados, tres años por el delito de maltrato habitual, y un año por los maltratos físicos. También pide que el acusado no se acerque ni se comunique con la víctima, que se le imponga una libertad vigilada durante 10 años y que se le prive de la patria potestad y del derecho a portar armas. Por su parte, la mujer se enfrenta a una pena de 10 años de prisión por su complicidad en los abusos y otros cargos relacionados con los malos tratos.
Finalmente, ambos acusados deberán indemnizar a la víctima con 50.000 euros por los daños y perjuicios causados, además de cubrir los gastos médicos del Sergas, que ascienden a más de 360 euros.
