Galicia, la segunda comunidad minera de España y clave en el futuro de Europa

El sector está en pleno crecimiento en Galicia y ha tomado un nuevo impulso con la declaración como "estratégico" del proyecto de extracción de litio Mina Doade, en Beariz
Galicia mina caolín Vimianzo

Galicia se ha consolidado como la segunda comunidad autónoma con mayor actividad minera en España, solo por detrás de Andalucía. Con 214 minas en activo y una facturación anual de 338 millones de euros, el sector no deja de crecer en la comunidad de la mano de la creciente demanda de materias primas estratégicas para la transición energética y la electrificación de la economía europea.

De hecho, según la Estadística Minera de 2023, recientemente publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, el empleo en la minería gallega ha crecido significativamente, alcanzando los 3.711 puestos de trabajo frente a los 914 registrados en 2020.

En un contexto de competencia global por los minerales críticos, la Unión Europea ha identificado a Galicia como un punto clave en el suministro de materias primas esenciales. Actualmente, la comunidad cuenta con cuatro proyectos de explotación de materiales estratégicos en diferentes fases de desarrollo: la mina de cobre de Touro, la explotación de niobio, tántalo y estaño en A Penouta, la mina de wolframio de San Finx y la mina de litio de Doade, en Beariz, que acaba de ser declarada como «estratégica» por la Comisión Europea, lo que podría acelerar su desarrollo.

Mina Doade, un proyecto estratégico para Europa

La Mina Doade, impulsada por la empresa Recursos Minerales de Galicia, filial del Grupo Samca, es un ambicioso proyecto de explotación subterránea de pegmatita, una roca rica en minerales de litio. Este material es crucial para la fabricación de baterías y la transición energética, posicionando a Galicia como un proveedor clave dentro del plan de autonomía minera de Europa.

José Luis Corbacho, responsable de nuevos desarrollos del Grupo Samca y director del proyecto Mina Doade, detallaba en una entrevista en Radio Galicia Cadena SER que la explotación se desarrollará en una superficie aproximada de mil metros de longitud por 200 metros de anchura, con galerías entre los 50 y los trescientos 300 de profundidad. El proyecto contempla también la construcción de una planta de tratamiento de minerales en una superficie de 13,6 hectáreas.

El plan de trabajo de la empresa prevé que en este 2025 el proyecto pase a exposición pública y, de cumplirse su cronograma, se produzca la concesión de la explotación. Así, en 2026 comenzarían las excavaciones y la construcción de la planta de procesado. En 2028 empezaría a operar a pleno rendimiento: extraería 500.000 toneladas de mineral al año, con una producción estimada de 93.000 toneladas anuales de concentrado de litio.

En cuanto al impacto ambiental, Corbacho afirma que se han tomado «todas las precauciones necesarias», incluyendo estudios hidrológicos e hidrogeológicos requeridos por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Además, el plan de restauración y el estudio de impacto ambiental fueron presentados a la Xunta de Galicia el pasado 17 de enero. La empresa espera que la evaluación ambiental y la aprobación del proyecto se produzcan en los próximos meses con una previsión de explotación de 42 años.

Aunque la financiación inicial provendrá de recursos internos del Grupo Samca, la catalogación del proyecto como estratégico le permitirá acceder a fondos europeos y a créditos con condiciones favorables en caso de ser necesario.

Críticas y oposición al proyecto

A pesar de su reconocimiento por parte de la Comisión Europea, la Mina Doade ha generado controversia y oposición por parte de organizaciones ecologistas y grupos políticos como el BNG. El diputado del Luís Bará ha recordado que un proyecto previo en la misma ubicación fue archivado en 2020 debido a un informe desfavorable de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, que alertaba sobre los impactos en las aguas que desembocan en el río Miño.

El BNG también denuncia que la estrategia europea en torno a las materias primas críticas podría convertir a Galicia en un «territorio de expolio» en beneficio de grandes corporaciones internacionales. La eurodiputada del BNG, Ana Miranda, ha expresado su rechazo a la selección de la mina de litio de Doade como uno de los 47 proyectos estratégicos europeos, argumentando que la iniciativa responde a intereses especulativos y militares.

Mientras tanto, colectivos como el Sindicato Labrego Galego, la Plataforma Mina Touro-O Pino Non y Ecoloxistas en Acción han emitido un comunicado conjunto en el que denuncian los impactos ambientales del proyecto, incluyendo el riesgo de contaminación de acuíferos y la posible generación de aguas ácidas.

Asimismo, critican la falta de transparencia en la selección del proyecto como estratégico y advierten que esto permitirá a la empresa beneficiarse de expropiaciones forzosas y un proceso de tramitación acelerado. La plataforma SOS Suído Seixo ya ha anunciado que recurrirá ante la Comisión Europea y, si es necesario, ante el Tribunal de Justicia de la UE, al considerar que el estatus de «proyecto estratégico» podría flexibilizar normas ambientales.

En este contexto, la empresa promotora apuesta por «abrir canales de diálogo con las comunidades locales» para minimizar el rechazo social. «Nuestro objetivo es crear una mesa de diálogo con los actores locales y abordar todas las dudas y preocupaciones», señala Corbacho. La minería, aunque vital para la transición energética, sigue enfrentando una fuerte oposición en ciertos sectores, lo que podría influir en el futuro de la explotación en Doade-Beariz.

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