Este domingo, las calles de Santiago de Compostela han sido escenario de una multitudinaria manifestación en defensa de la sanidad pública gallega. Según datos de la Policía Autonómica, más de 4.000 personas participaron en la protesta, organizada por la Plataforma SOS Sanidade Pública y respaldada por numerosos colectivos y sindicatos.
La marcha arrancó a mediodía desde la Alameda y recorrió las principales calles de la ciudad hasta llegar a la Praza do Obradoiro, donde tuvo lugar la lectura del manifiesto. Bajo el lema “Máis Atención Primaria, máis Atención Hospitalaria, máis sanidade pública”, los manifestantes expresaron su rechazo a lo que consideran «un proceso de desmantelamiento y privatización» del Servizo Galego de Saúde (Sergas), impulsado por el Partido Popular.
Manuel Martín García, portavoz de la plataforma convocante, denunció ante los medios el deterioro de la Atención Primaria en Galicia, calificándola de “desmantelada, inaccesible y con demoras de más de siete días”. Además, alertó sobre la mala gestión de los recursos hospitalarios y la falta de personal, lo que está afectando gravemente la calidad de la atención sanitaria.

Durante el recorrido, se escucharon consignas como “Coa nosa saúde non se xoga”, “Máis recursos e menos discursos” y “Paremos a destrucción da Atención Primaria”, en un ambiente de reivindicación acompañado por la música en directo del grupo De Ninghures. Para facilitar la asistencia, se habilitaron autobuses desde distintos puntos de Galicia.
En el manifiesto leído en el Obradoiro, se denunció que miles de gallegos no cuentan con un médico de familia de referencia y que muchos niños carecen de pediatra. Los convocantes subrayaron que esta situación no es fruto del azar, sino de decisiones políticas del Partido Popular, y reclamaron un cambio estratégico en el modelo actual de Atención Primaria.
También se puso el foco en la precariedad de los hospitales públicos, donde, aseguran, el personal es insuficiente para atender con calidad a los pacientes. A esto se suma, según el manifiesto, un aumento de las derivaciones a la sanidad privada, mientras los recursos públicos se ven debilitados.
Otro de los temas destacados fue el abandono de la salud mental, tanto en adultos como en menores, lo que, según la plataforma, incrementa el sufrimiento de los afectados. Por ello, exigieron más inversión y refuerzo de las unidades especializadas.
Entre las demandas planteadas, se incluye un aumento del presupuesto sanitario, la elaboración de un Plan Galego de Saúde con participación ciudadana y profesional, y la recuperación de servicios privatizados y áreas de salud cerradas.
Secundada por la oposición
La protesta congregó a numerosos representantes políticos de la oposición, que lanzaron duras críticas contra la gestión del Partido Popular en materia sanitaria. La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, denunció que «el PPdeG se ha convertido en un peligro para la salud de los gallegos». En declaraciones a los medios, aseguró que los recortes y privatizaciones no son fruto de una mala gestión, sino de una estrategia ideológica. «No es incompetencia, es ideología. El PP quiere desmantelar lo público para beneficiar a la sanidad privada. Lo llevan haciendo años, y la ciudadanía ya no lo tolera», afirmó.
Pontón insistió en que la situación de Galicia no es aislada, sino parte de un modelo político que «relega el derecho a la salud a un segundo plano». También señaló la necesidad urgente de blindar por ley el presupuesto sanitario y de implementar medidas para garantizar la equidad en el acceso, especialmente en las zonas rurales y del interior.

Por su parte, el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, instó al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, a rectificar su política de recortes. «Los recortes no son un accidente, son una decisión política de la derecha. Esta estrategia ha puesto al borde del colapso a la sanidad gallega», señaló. Besteiro subrayó que no se trata de una cuestión presupuestaria, sino de prioridades políticas. “La Xunta ha destinado recursos a conciertos con clínicas privadas mientras deja sin cubrir plazas esenciales en los centros de salud públicos. Eso no es gestionar, eso es abandonar”, criticó.
Desde Movemento Sumar Galicia, su secretario xeral, Paulo Carlos López, también participó en la manifestación y declaró que «es evidente que la sanidad pública gallega se está deteriorando a pasos agigantados». López denunció que el Partido Popular «vive en una burbuja de negacionismo» y llamó a una auditoría independiente del sistema sanitario gallego.