La última puerta a la atención especializada para quienes conviven con las secuelas del coronavirus se ha cerrado en Galicia. La Asociación Galega de Covid Persistente (ASGACOP) ha denunciado este martes el cierre de la Unidad Multidisciplinar de Covid Persistente del área sanitaria de Ourense, la única que seguía activa en la comunidad, y alerta de que miles de personas han quedado «completamente desamparadas».
El colectivo, que agrupa a pacientes de todo el territorio gallego, habla de un abandono «total» por parte del Sergas y califica la decisión de la Consellería de Sanidade como «un acto de irresponsabilidad extrema». Con el cierre de esta unidad —la última de las que se pusieron en marcha en las siete áreas sanitarias gallegas— desaparece también la única vía de acceso a un tratamiento específico y coordinado para una enfermedad que continúa siendo tan desconocida como incapacitante.
«Nos están dejando a la deriva, sin opciones y sin esperanza», lamentan desde la asociación, que recuerda que en otras comunidades autónomas y países europeos se están reforzando los recursos para investigar y tratar esta patología, mientras que en Galicia «se opta por mirar hacia otro lado». Los afectados aseguran que muchos de ellos ni siquiera han recibido un diagnóstico, y denuncian que su sintomatología es a menudo minimizada o ignorada por los servicios médicos.
Desde ASGACOP subrayan que la covid persistente afecta en Galicia a miles de personas que han visto cómo su vida laboral, social y personal se reducía de forma drástica. «La enfermedad nos ha arrebatado la vida anterior y ahora también nos quitan la única estructura médica que teníamos», insisten.
La asociación considera especialmente grave que esta decisión llegue justo cuando se cumplen cinco años del inicio de la pandemia. «Mientras recordamos el impacto que tuvo el virus en nuestras vidas, la administración prefiere silenciar y olvidar a quienes seguimos sufriendo sus consecuencias», apuntan.
ASGACOP reclama a la Xunta y al Sergas que rectifiquen de inmediato y restablezcan las unidades post-covid en todas las áreas sanitarias. Como paso inicial, proponen reabrir y reforzar la unidad de Ourense, aprovechando la experiencia del personal ya formado, y convertirla en un centro de referencia para toda Galicia.
«La salud no se negocia», concluyen, apelando a la responsabilidad política y social para no dejar en el olvido a quienes siguen librando una batalla diaria contra las secuelas del virus.