Ni en Madrid ni en Galicia. Miguel Lago, cómico de verbo fácil y chiste «cuñado», ha vuelto a estrellarse en televisión. Esta vez, el tortazo ha sido en la Televisión de Galicia (TVG), donde su programa O novo rei da comedia ha sido retirado del prime time tras solo tres emisiones. ¿Motivo? Audiencias de infarto… pero en el mal sentido. El programa —una especie de talent show de humor con sabor local— se estrenó el pasado 9 de marzo con apenas 36.000 espectadores y fue desinflándose hasta caer al 3,4% de cuota de pantalla. Para hacerse una idea: la media de la cadena ronda el 8%. Y eso, en un canal que experimenta las peores métricas de audiencia de su historia.
Pero aquí no acaba el sainete. Según reveló El Salto, TVG desembolsó la friolera de 839.772 euros (más IVA) por los doce capítulos del show. Una inversión pública considerable para un producto que ni entretuvo ni convenció. Ni siquiera el humor, marca de la casa de Lago, logró conectar con la audiencia: sus juegos de palabras sobre el gallego y sus bromas con tufo machista provocaron más sonrojo que risas. Especialmente cuando, tras ser criticado por su pobre dominio del idioma, replicó en antena con un infame «de chochetes, lecciones ninguna para mí».
No es la primera vez que Miguel Lago fracasa en una cadena pública gestionada por el Partido Popular. Antes de su paso por la TVG, ya hizo aguas en Telemadrid con La Noche Golfa, otro intento fallido de conquistar el late night. En ambas ocasiones, cadenas públicas apostaron fuerte —y con dinero de todos— por un perfil claramente alineado con la derecha mediática, famoso por sus dardos a la izquierda y sus constantes apariciones en El Hormiguero.
Desde la TVG insisten en que no se trata de una cancelación sino de un «cambio de programación». Traducción libre: lo han sacado de la parrilla antes de que acabe de arrastrar lo poco que queda de audiencia. Mientras tanto, el programa sigue enlatado, con seis entregas ya grabadas que podrían acabar en algún limbo televisivo… o en el prime time de algún otro ente público con ganas de experimentar.