Los colegios gallegos deberán decir adiós a la bollería industrial, los refrescos y los platos precocinados de forma habitual. El Gobierno central ha aprobado un decreto que establece nuevas normas para garantizar comedores escolares más saludables y sostenibles, que se aplicarán en todo el Estado, incluida Galicia.
La normativa, publicada esta semana en el Boletín Oficial del Estado (BOE), da a los centros un plazo de 12 meses para adaptarse, aunque se recomienda que los cambios comiencen ya desde el inicio del próximo curso. En los casos en los que existan contratos de suministro alimentario más complejos, se podrá ampliar el plazo hasta dos años.
Más fruta, menos fritos
A partir de la entrada en vigor del decreto, los comedores deberán garantizar cinco comidas saludables a la semana, con un nuevo reparto en las frecuencias de alimentos. La fruta y la verdura deberán servirse a diario, el pescado entre una y tres veces por semana y las carnes procesadas quedarán limitadas a dos raciones al mes. Solo se podrá ofrecer una ración mensual de carne roja.
Los menús también tendrán que incluir proteínas de origen vegetal entre una y cinco veces por semana, y los centros que ofrezcan una opción vegetariana deberán elaborar los cinco segundos platos con base vegetal. Además, las ensaladas estarán presentes de tres a cuatro veces por semana como guarnición.
Fin a la bollería y los refrescos
El decreto prohíbe la venta de productos con más de 200 kilocalorías en máquinas expendedoras y limita el contenido de azúcares y grasas saturadas al 10% del total energético. Las máquinas no podrán estar en zonas accesibles para alumnado de infantil y primaria ni incluir publicidad de productos alimentarios o bebidas. También quedará prohibida la venta de productos con cafeína por encima de los 15 mg/100 ml.
En las cafeterías escolares deberán priorizarse productos frescos y propios de la dieta mediterránea: legumbres, cereales integrales, fruta, frutos secos, pescado, huevos, lácteos y carnes blancas como ave o conejo. Los fritos solo podrán servirse una vez por semana y platos como croquetas, pizzas o empanadillas estarán limitados a una vez al mes.
Agua como única bebida
El agua será la única bebida permitida en comedores y espacios comunes, salvo en casos en los que no sea posible por las condiciones del suministro. En esos casos, se priorizarán envases grandes reutilizables. Además, los centros deberán garantizar el acceso gratuito a fuentes de agua en espacios comunes y de recreo durante toda la jornada escolar y extraescolar. La medida también contempla mejoras en el pan, el arroz y la pasta, que deberán servirse en formato integral con una frecuencia mínima semanal.
Con esta nueva regulación, el Gobierno busca fomentar hábitos alimentarios saludables desde edades tempranas y reducir la presencia de productos ultraprocesados en los entornos escolares. En Galicia, donde más de 77.000 niños y niñas hacen uso del servicio de comedor escolar en Galicia, incluyendo aquellos gestionados por asociaciones de madres y padres de alumnos (ANPAs) y concellos el impacto de este cambio será significativo a partir del curso 2025-2026.