Muere Francisco, el papa que nunca llegó a Santiago

Nunca visitó Compostela, pero sí expresó su aprecio por el Camino y llamó a reflexionar sobre el sentido profundo del auge de peregrinos en los últimos años
El Papa Francisco | EUROPA PRESS
El Papa Francisco | EUROPA PRESS

La muerte del papa Francisco -Jorge Mario Bergoglio-, este 21 de abril, pone fin a una etapa marcada por los intentos de renovación en el seno de la Iglesia católica. Su fallecimiento deja también un eco particular en Galicia. Durante más de una década de pontificado, su figura fue observada desde aquí con atención, entre gestos de cercanía y una ausencia que nunca pasó desapercibida. Santiago de Compostela, uno de los grandes lugares de referencia para la cristiandad, no llegó a formar parte de sus visitas. A pesar de los Años Santos celebrados durante su papado y de las invitaciones institucionales reiteradas, Francisco no viajó a Galicia. Fue el único de los últimos papas que no se acercó a la ciudad del Apóstol, aunque no por ello dejó de mirar hacia ella.

Su ausencia fue especialmente notoria durante el Año Santo Xacobeo de 2021, prorrogado a 2022 por la pandemia. Desde la Xunta, el Arzobispado y el Cabildo compostelano se le cursaron invitaciones formales. El contexto parecía propicio, pero nunca se confirmó un viaje. En una entrevista concedida en septiembre de 2021, Francisco se expresó con claridad: «Si voy a Santiago, voy a Santiago; pero no a España». Sus palabras apuntaban a una voluntad de preservar el sentido espiritual de la peregrinación, desligándolo de cualquier lectura política o protocolaria.

El vínculo con Galicia

A pesar de que nunca pisó Compostela, su relación con Galicia tuvo momentos destacados. En junio de 2021, recibió en audiencia al entonces presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien le trasladó personalmente la invitación del pueblo gallego a peregrinar a Santiago. Feijóo le entregó una concha de bronce y un libro sobre la arquitectura popular gallega. El papa, que había conocido la emigración gallega durante su juventud en Buenos Aires, mostró su aprecio por Galicia, aunque sin comprometerse a viajar.

En los últimos meses de su pontificado, Bergoglio también mostró preocupación por el modelo de desarrollo económico en la comunidad. Según recogieron diversos medios, expresó inquietud ante el impacto medioambiental de algunos proyectos industriales, entre ellos el de la empresa Altri en Palas de Rei. Lo hizo en conversaciones internas con responsables eclesiásticos, como muestra del creciente interés por los temas ecológicos y sociales en su agenda.

Reflexiones sobre el Camino

Uno de sus mensajes más significativos para Galicia llegó en diciembre de 2024, cuando invitó a una reflexión sobre el auge de peregrinos en el Camino de Santiago. No cuestionó la validez de las rutas ni su historia, pero sí planteó una pregunta abierta: «¿Estamos ante una búsqueda de sentido o ante una moda?». El papa se mostró agradecido por el esfuerzo de acogida espiritual que desde muchas parroquias y comunidades gallegas se sigue ofreciendo, pero dejó entrever que el fenómeno necesitaba ser acompañado desde una perspectiva más pastoral.

La mirada del obispo de Mondoñedo-Ferrol

Tras conocerse su fallecimiento, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, monseñor Fernando García Cadiñanos, expresó su pesar por la pérdida del pontífice, al que definió como un “regalo para la Iglesia y la sociedad”. «La noticia de la muerte del papa nos ha sorprendido, nos ha dejado helados», afirmó. «Creo que la primera reacción es dar gracias a Dios por lo que ha sido el regalo de su vida entre nosotros, por su magisterio y por cómo nos ha ayudado a conocer el evangelio y a conocer a Jesucristo».

García Cadiñanos destacó especialmente la cercanía de Francisco a los más vulnerables y su insistencia en la misericordia como eje del mensaje cristiano. «Me quedaría con esta clave: el papa Francisco como regalo para nuestra Iglesia y para nuestra sociedad, como aquel que nos ha revelado ese rostro del evangelio cercano a la misericordia, que nos aproxima especialmente a los más vulnerables».

En su mensaje, el obispo mostró también su deseo de que el legado del pontífice perdure. «Ojalá que su magisterio lo guardemos en nuestro corazón, que sus gestos queden en nuestra retina y que nos ayuden a ser esa Iglesia evangelizadora en estos momentos que tenemos que afrontar juntos». Cerró su intervención con una oración: «Que descanse en paz y que el Espíritu siga acompañando a nuestra Iglesia».

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