A medida que se acerca el fin de la moratoria sobre nuevas plantaciones de eucalipto en Galicia, previsto para diciembre de 2025, el debate sobre su futuro vuelve a intensificarse. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha confirmado que está valorando la posibilidad de prorrogar la prohibición, aunque aún no se ha tomado una decisión definitiva. Así, ha subrayado que el Gobierno gallego analizará “todas las circunstancias que concurren” y tendrá en cuenta los “intereses en juego”, incluidos tanto los ambientales como los económicos.
El eucalipto, una especie originaria de Australia, ha sido objeto de controversia en Galicia durante décadas. Introducida por su rápido crecimiento y rentabilidad para la industria papelera, ha ido extendiéndose hasta ocupar una parte significativa del paisaje forestal gallego. Según los últimos datos del inventario forestal realizados por las universidades de Santiago de Compostela y Vigo, actualmente hay 413.086 hectáreas cubiertas por eucaliptos en la comunidad, una proporción destacada dentro de un total de casi 1,5 millones de hectáreas arboladas.
La moratoria vigente fue aprobada por la Xunta en 2021 como medida para frenar el avance de esta especie, considerada como invasora. La normativa prohíbe nuevas plantaciones y está enfocada a reorientar el modelo forestal hacia especies autóctonas como el carballo o el castaño. Desde su implantación, ha estado sujeta a críticas tanto por parte del sector forestal como de organizaciones ecologistas, aunque por motivos opuestos.
Ahora, a falta de menos de un año para el fin de la moratoria, una docena de asociaciones y sindicatos, entre ellos la organización ecologista Adega, varias mancomunidades de montes, la Confederación Intersindical Galega (CIG) y Sindicato Labrego Galego (SLG), han registrado una petición formal para que la moratoria no solo se prorrogue, sino que se mantenga de forma indefinida. Alegan que el eucalipto amenaza la biodiversidad gallega, degrada el suelo, desplaza a las especies autóctonas y agrava el riesgo de incendios forestales debido a su alta capacidad de combustión.
Así, lamentaron que el Parlamento gallego, con mayoría del Partido Popular, haya rechazado una iniciativa para prolongar la moratoria hasta 2030. En este contexto, exigen a la Xunta que escuche a la sociedad civil y apueste por un modelo forestal sostenible que priorice la diversidad y resiliencia de los ecosistemas.
Por su parte, Rueda ha defendido que el eucalipto «convive» con otras especies y “da trabajo a muchas familias”, por lo que no se puede demonizar su existencia en Galicia. Aseguró que la Xunta está sancionando a quienes vulneran la moratoria actual y reiteró su compromiso con el fomento de las especies autóctonas, que, según sus datos, ya ocupan más superficie que el eucalipto en el territorio gallego. También ironizó con la posición de los colectivos ecologistas, a los que acusó de criticar la eficacia de la moratoria mientras reclaman su ampliación: “A ver si nos ponemos de acuerdo”, declaró.
La decisión final sobre la posible prórroga de la moratoria marcará el rumbo del modelo forestal gallego en los próximos años.