Ence ha confirmado este miércoles que continuará con su proyecto para poner en marcha una fábrica de papel tisú en As Pontes a pesar de no haber sido seleccionada entre los cinco proyectos aprobados provisionalmente en la línea 4 del Perte de descarbonización industrial, tal y como le había sucedido a la macrocelulosa de Altri en Palas de Rei.
El ministro de Industria, Jordi Hereu, anunció este miércoles los proyectos beneficiarios de esta línea de ayudas enmarcadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Perte), aunque recordó que las resoluciones son aún provisionales, por lo que las empresas excluidas pueden presentar alegaciones o concurrir a futuras convocatorias.
Ence reafirma su compromiso con el municipio coruñés, donde proyecta una planta pionera para la producción de fibra blanqueada mixta —procedente de papel, cartón recuperado y fibra virgen— cuya primera fase prevé una capacidad de producción de 100.000 toneladas anuales y una inversión inicial de 125 millones de euros. Según la planificación de la empresa, esta fase podría entrar en funcionamiento en 2026.
El proyecto fue declarado en su día como iniciativa empresarial prioritaria por la Xunta de Galicia, lo que agiliza los trámites administrativos al estar incluido en el área de transición justa tras el cierre de la central térmica de Endesa en la localidad. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, calificó la iniciativa como “pionera a nivel mundial”, al integrar por primera vez en una misma planta los procesos de transformación y blanqueo de pasta de papel.
Además, el plan de Ence incluye una colaboración con la startup sueca ShareTex para instalar una planta piloto de reciclaje textil en el recinto de la antigua central térmica. Esta instalación, que no utilizará madera sino fibras recuperadas, se autoabastecerá de energía renovable y tendrá un consumo mínimo de agua, según indica la empresa.
La tecnología desarrollada junto a ShareTex permite procesar textiles de poliéster y algodón sin necesidad de condiciones extremas ni disolventes tóxicos, y ya ha superado las primeras pruebas a escala de laboratorio. El objetivo es reciclar residuos post-consumo recogidos en Galicia y reincorporarlos a la cadena de valor o emplearlos en procesos industriales de alto valor añadido.
El plan industrial contempla tres fases y una inversión total de hasta 355 millones de euros, con una previsión de generar cerca de 1.250 empleos. Las fases incluyen: una planta de fibra recuperada (con la planta piloto textil), una planta de cogeneración de 150 MW térmicos y 50 MW eléctricos, y una planta de tisú para productos de higiene.
Pese al revés administrativo, Ence sigue firme en su apuesta por un modelo industrial sostenible e innovador en As Pontes, con la vista puesta en convertir la localidad en un referente de economía circular y transición energética.