El dueño de Sargadelos intenta echar a Besteiro de la fábrica de Cervo

Segismundo García interrumpió al líder del PSdeG cuando hablaba de la situación de los trabajadores frente a la fábrica: "¿Podría situarse fuera del terreno de la propiedad?”
Besteiro Sargadelos Segismundo García

El propietario de la histórica empresa de cerámica Sargadelos, Segismundo García, protagonizó este miércoles un momento tenso al interrumpir una comparecencia del secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, frente a la fábrica de Cervo, en Lugo. García pidió al político que se retirase del terreno, alegando que se encontraba dentro de una propiedad privada.

El momento más tenso de la jornada se produjo cuando García interrumpió a Besteiro, pidiéndole que abandonara el terreno de la fábrica. «¿Podría situarse fuera del terreno de la propiedad?», le espetó el empresario. «Ponga un marco y diga propiedad privada», replicó el dirigente socialista. Finalmente, tras un breve intercambio, Besteiro y su equipo se desplazaron unos pasos, momento en el que García se retiró agradeciendo el gesto.

Besteiro, que estaba acompañado por representantes socialistas de varios municipios de A Mariña lucense, hablaba entonces del acuerdo alcanzado entre la Xunta de Galicia y el propio García para resolver el conflicto entre la empresa y la Inspección de Trabajo tras anunciar García su intención de cerrar la empresa. Los trabajadores siguen con incertidumbre: la actividad se ha retomado, pero ha habido tres despidos.

La autoridad laboral ha citado a Sargadelos para el próximo martes 13 de mayo, solicitando diversa documentación relacionada con el expediente abierto a la compañía por deficiencias en seguridad laboral. Estos fallos habrían contribuido a que dos trabajadoras desarrollaran silicosis.

En su respuesta a esta citación, García ha indicado que no podrá acudir por coincidir con un consejo de dirección de la empresa en el que se abordarán medidas ante lo que califica como un «acoso» por parte de la Inspección. Además, ha solicitado el relevo de los inspectores implicados en el caso, alegando una actitud hostil hacia la empresa.

Sargadelos dispone de un plazo de seis meses para subsanar los problemas detectados, aunque podrá contar con más margen en las obras que afecten al edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), siempre que tenga el visto bueno del departamento de Patrimonio.

Reclamo de garantías laborales

Durante su intervención, Besteiro exigió transparencia en el acuerdo entre la Xunta y Sargadelos, subrayando que el apoyo institucional debe estar ligado al mantenimiento del empleo. Recordó también que la cerámica es «más que una fábrica», calificándola de «patrimonio de Galicia».

La pasada semana, la empresa comunicó el despido de tres trabajadoras, una decisión que la CIG considera inválida por haberse producido en un contexto de conflicto laboral. Las afectadas disponen de 20 días para impugnar sus despidos.

Besteiro pidió al presidente gallego que aclare el contenido del pacto alcanzado con la empresa y que actúe con responsabilidad desde sus competencias en industria, salud laboral y patrimonio cultural.

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