Vox vuelve al punto de partida en Galicia. El partido liderado por Santiago Abascal pierde a su única representante electa en la comunidad autónoma, Lilian Cerdeira, concelleira en el municipio ourensano de Avión, quien ha comunicado su decisión de abandonar la formación. Con ello, Vox se queda sin ningún cargo institucional en Galicia apenas un año después de haber logrado su primer y único escaño municipal en las elecciones locales de 2023.
Cerdeira, que ocupaba un asiento en el Concello de Avión, municipio de menos de 2.000 habitantes, ha formalizado su salida del partido por «motivos personales», según informó el diario ABC. La exedila de Vox notificó su decisión mediante una carta dirigida al pleno municipal fechada el 2 de abril, en la que solicitaba ser reconocida como concejala no adscrita.
En su escrito, la ya independiente reafirma su compromiso con los vecinos que la eligieron, asegurando que continuará desempeñando su labor “con el mismo empeño y responsabilidad”. El Concello, donde gobierna el Partido Popular con mayoría absoluta, ha oficializado el cambio en una sesión plenaria celebrada a finales de abril.
La renuncia de Cerdeira no sólo tiene implicaciones locales, sino que evidencia las dificultades estructurales de Vox para consolidarse en Galicia. Su breve incursión en Avión, logrando 176 votos en las últimas municipales, contrastó con el desplome en las autonómicas, donde la formación apenas obtuvo 27 apoyos en el mismo municipio. Esto parece confirmar lo que ya apuntaban algunos vecinos: que el respaldo conseguido respondía más a la figura de Cerdeira que al tirón de las siglas de Vox.
Natural de Caracas pero con raíces gallegas, Cerdeira representa el perfil sociológico de muchos residentes de Avión, una localidad con una fuerte presencia de retornados y descendientes de emigrantes gallegos, especialmente de América Latina.
Con esta dimisión, Vox se queda sin representación en una comunidad donde nunca ha conseguido romper el techo electoral del 5% necesario para entrar en el Parlamento gallego. Ni siquiera en sus mejores momentos superó el 2%, lo que, unido al dominio prolongado del PP en la región, deja poco margen para que el partido de Abascal encuentre espacio político en Galicia. La marcha de Cerdeira, por tanto, no sólo cierra una etapa, sino que refuerza la percepción de que el proyecto de Vox sigue sin calar entre el electorado gallego.
