Outeiro de Rei vuelve a estar en el centro de la polémica tras la aparición de un anuncio del club de alterne «Sala Ladies» en el cartel oficial de las fiestas de San Martín de Guillar. La situación ha sido denunciada públicamente por el grupo local del BNG, que considera inadecuada la presencia de este tipo de publicidad en un evento festivo dirigido a todos los vecinos, incluyendo menores.
Desde la formación nacionalista subrayan que esta no es la primera vez que ocurre algo similar. “Outro ano máis”, lamentan, se vuelve a permitir publicidad “vinculada á prostitución” en espacios públicos, lo que para el BNG demuestra la ausencia de “criterios claros” por parte del Gobierno municipal, liderado por el popular José Pardo Lombao.
Los nacionalistas han querido dejar claro que su crítica no va dirigida a la comisión organizadora de las fiestas, de la que valoran “o seu traballo voluntario e desinteresado”, sino al Concello, al que reclaman “mínimos criterios éticos e sociais” que impidan que este tipo de situaciones se repitan en el futuro. Además, critican la falta de apoyo institucional a las comisiones vecinales, que en muchos casos, ante la escasez de fondos, se ven obligadas a recurrir a patrocinios controvertidos.
La Sala Ladies no es ajena a la polémica. Este local ocupa el mismo espacio donde operaba el club La Colina, uno de los epicentros de la red de prostitución desmantelada durante la operación Carioca, que hace más de una década sacudió a la provincia de Lugo. Su propietario entonces, José Manuel García Adán, fue condenado por delitos relacionados con el proxenetismo.
Esta nueva controversia remite a otro episodio similar ocurrido en 2018, cuando el mismo establecimiento colocó una valla publicitaria en el campo de fútbol municipal. Entonces, el BNG también alzó la voz, logrando que el anuncio fuera retirado tras un debate en el pleno municipal.
El BNG no descarta volver a llevar este asunto al pleno municipal, con el objetivo de establecer una normativa clara que regule la presencia de publicidad en eventos festivos y espacios públicos. Mientras tanto, la polémica sigue abierta y vuelve a poner sobre la mesa el delicado equilibrio entre la libertad de patrocinio y la ética en el uso de los espacios públicos.