Un geoparque es un territorio que cuenta con varios puntos de importancia geológica, etnográfica, ecológica, cultural o especial. Son lugares que, tal y como afirma la UNESCO, componen «ventanas a la historia de nuestro planeta» y uno de estos tragaluces se encuentra en Cabo Ortegal.
En ese parador único se ha celebrado durante estos días la IX Semana de los Xeoparques Europeos. Una cita que ha contado con unos 650 visitantes, más de una treintena de actividades y propuestas aptas para todos los públicos.
En este evento han participado los siete municipios que forman parte de este territorio: Cariño, Cedeira, Cerdido, Moeche, Ortigueira, San Sadurniño y Valdoviño. Tampoco faltó la presencia de la Deputación y de la Asociación para a Xestión do Xeoparque. Los participantes han incidido en la «potencialidade da xeoloxía como motor económico e diferenciador«, tal y como remarcó Xosé Regueira, vicepresidente de la Deputación da Coruña.
Un motor económico que parece arrancar en el norte de la comunidad de la mano del turismo y la geología como está sucediendo en la praia de Teixidelo, en Cedeira. Un lugar cada vez más visitado por excursionistas y curiosos.
Y es que entre los objetivos principales de estas reuniones estaba la implicación del tejido socioeconómico de la zona y el refuerzo de la colaboración entre entidades. Aunque también buscan visibilizar el Xeoparque, su patrimonio y fomentar la educación y el conocimiento del territorio a través de unas experiencias turísticas de calidad.
Las entidades ya colaboran mirando hacia el futuro más próximo, a través de acciones que se enmarcarán en el Plan de Sostenibilidade Turística en Destino (PSTD) del Xeoparque Cabo Ortegal. Entre estas operaciones se encuentra la elaboración de una APP con la que gestionar y promocionar el Camino hasta Santo André de Teixido o el desarrollo de un programa escolar de investigación sobre el cambio climático en la zona.