La defensa de José Ramón Guerreiro, el hombre condenado a 23 años de prisión por asesinar a su pareja en el barrio coruñés de O Birloque en septiembre de 2021, ha solicitado su absolución total ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), argumentando que el acusado tenía sus facultades mentales alteradas en el momento de los hechos.
Según explicó su abogada antes de la vista de apelación celebrada este lunes, el hombre «no recuerda lo sucedido, únicamente un charco de sangre», por lo que consideran que su estado mental estaba completamente deteriorado. La letrada también señaló que el acusado sufría adicciones y había ingerido alcohol el día del crimen.
En caso de que el tribunal no acceda a la absolución, la defensa pide que se reduzca la pena al mínimo legal previsto, que sería de unos quince años de cárcel.
Por su parte, el abogado de la acusación particular —que representa a una hija de la víctima— rechazó de plano la petición. En sala, recordó que el jurado emitió un veredicto unánime en el que se consideraron los hechos «plenamente probados», lo que, a su juicio, demuestra la «fuerza y solidez» de las pruebas presentadas. Por ello, reclamó que se eleve la condena hasta el máximo previsto, 25 años, dado que «no existen circunstancias atenuantes ni eximentes que justifiquen una reducción de la pena». Aseguró además que los informes periciales fueron «contundentes».
El Ministerio Fiscal, en la misma línea, defendió que se mantenga la sentencia de 23 años de cárcel, argumentando que el fallo ofrece «una fundamentación suficiente» que justifica la condena impuesta.
El crimen y la condena
El hombre fue declarado culpable de asesinato consumado, con las agravantes de parentesco y violencia de género. Además de la pena de prisión, se le impuso la prohibición de acercarse o comunicarse con los hijos y el padre de la víctima durante treinta años.
El veredicto del jurado, recogido por el magistrado presidente del tribunal, establece que el acusado mantenía una relación sentimental con la víctima desde julio de 2021. Durante la noche del 14 al 15 de septiembre, la mujer le comunicó su decisión de terminar la relación y pedirle que abandonara la vivienda, a lo que él respondió con amenazas: “te vas a arrepentir”.
La tarde del 15 de septiembre, el hombre regresó al domicilio, y con la intención de matarla, la atacó por sorpresa con un cuchillo, propinándole varias puñaladas. La víctima no tuvo posibilidad de defenderse. Tras cometer el crimen, el acusado se dirigió en taxi al aeropuerto de Alvedro, donde adquirió un billete con destino a Madrid. Fue detenido al día siguiente, 16 de septiembre.
Aunque el condenado tenía diagnosticado un trastorno depresivo moderado y había consumido alcohol, el jurado concluyó que en el momento del asesinato tenía plena conciencia de sus actos, sin sufrir alteración alguna que afectara a su capacidad de entender o actuar con voluntad.