Un sacerdote de 42 años fue arrestado este jueves en una parroquia del municipio lucense de Sarria, acusado de haber cometido una agresión sexual contra una menor. La detención fue realizada por agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de Lugo, con apoyo del puesto local de la Guardia Civil, tras semanas de investigación.
Según ha trascendido, la menor relató a una persona de confianza que había sido objeto de tocamientos por parte del sacerdote. Fue esta tercera persona quien, tras conocer el testimonio, presentó la denuncia ante las autoridades, activando así el procedimiento policial. El arresto tuvo lugar en la vivienda parroquial donde el clérigo residía y ejercía su labor pastoral, y donde fue detenido por los agentes. Durante la intervención, el acusado optó por no declarar. Posteriormente, fue trasladado a dependencias oficiales en Lugo, donde pasó la noche bajo custodia.
Este viernes por la mañana el detenido compareció ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Sarria, competente en este caso por la localización de los presuntos hechos. Aún se desconoce el contenido completo de las acusaciones, ya que el atestado policial continúa en proceso de elaboración.
El sacerdote ejercía sus funciones en varias parroquias de los municipios de Sarria y Láncara. La diócesis de Lugo, que ha manifestado su sorpresa y conmoción ante lo ocurrido, ha tomado la decisión de suspenderlo cautelarmente del ejercicio de su ministerio. Mientras dure la suspensión, otros sacerdotes asumirán temporalmente las responsabilidades pastorales que tenía encomendadas.
A través de un comunicado, el Obispado ha expresado su más enérgico rechazo «ante cualquier forma de abuso», especialmente si las víctimas son menores de edad, considerando tales hechos «una grave ofensa tanto a las personas afectadas como a la fe cristiana». Asimismo, ha expresado «el dolor por el sufrimiento generado» a la presunta víctima, sus allegados y las comunidades implicadas, poniéndose a disposición para ofrecer el apoyo necesario.
El Obispado ha reiterado también su voluntad de «cooperar plenamente con las autoridades en todo lo que requieran durante la investigación» y ha subrayado su respeto absoluto por el proceso judicial, recordando que el sacerdote mantiene su derecho a la presunción de inocencia hasta que se resuelvan los hechos.