Feijóo elige a Tellado para virar el rumbo del PP más a la derecha

Alberto Núñez Feijóo ha anunciado que el actual portavoz parlamentario del Partido Popular será el sucesor de Cuca Gamarra
Miguel Tellado Alberto Núñez Feijóo

Miguel Tellado (Ferrol, 1974) no entra en una sala sin que se note. Su estilo es directo, afilado y milimétricamente calculado. Nada en su discurso es improvisado: cada frase busca impactar, polarizar o marcar territorio. A lo largo de su ascenso en el Partido Popular ha perfeccionado el papel de ariete político, y ahora, como nuevo secretario general, consolida su influencia en la estructura nacional del partido. Con su nombramiento tras la dimisión de Cuca Gamarra, Alberto Núñez Feijóo refuerza su núcleo de confianza con un perfil que no teme el cuerpo a cuerpo político y que ya ha dejado su huella en Madrid desde que aterrizó en 2022 como vicesecretario de Organización y, más tarde, portavoz en el Congreso.

Su trayectoria, sin embargo, no comenzó en la derecha. En los años noventa, cuando estudiaba Ciencias Políticas en la Universidad de Santiago, Tellado militaba en el Movemento Estudantil Universitario (MEU), una corriente nacionalista y de izquierdas que intentaba abrirse paso entre el independentismo marxista de los Comités Abertos de Facultade. Admirador de Xosé Manuel Beiras, por entonces azote de Manuel Fraga desde el Parlamento gallego, Tellado representaba la vertiente más heterodoxa de un nacionalismo que aún no imaginaba que acabaría aportando cuadros a la derecha.

Su viraje político fue gradual pero decidido. Ya licenciado, comenzó a trabajar en Radio Fene, una emisora municipal bajo control nacionalista. Fue en ese entorno donde conoció al exconselleiro popular Juan Juncal, quien lo reclutó como jefe de prensa para su campaña a la alcaldía de Ferrol. A partir de ahí, Tellado abandonó el galleguismo crítico para integrarse en la estructura del PP, ascendiendo en comunicación institucional primero y como diputado autonómico después. Su consolidación llegó en 2014, cuando Feijóo lo nombró portavoz del PP de Galicia. En esa etapa, se convirtió en su escudero más fiel y en el encargado de ejercer la presión política más dura contra la oposición, blindando al presidente sin que este tuviese que mancharse las manos.

Desde entonces, no ha dejado de cultivar ese papel. Sus intervenciones en Galicia fueron célebres por la dureza verbal: llegó a ironizar con que Luis Villares, exlíder de En Marea, solo había gestionado «una comunidad de vecinos» y acusó a Ana Pontón (BNG) de dirigir «el Titanic». También defendió acuerdos polémicos, como el que dio la alcaldía de Ourense a Gonzalo Pérez Jácome, con el argumento de asegurar el control de la Diputación para el PP.

Su paso a la política estatal no fue un giro de última hora. En 2022 ya formaba parte de la dirección nacional del partido, y su nombramiento como portavoz parlamentario en 2023 confirmó que su perfil encajaba en la estrategia de Feijóo. Desde esa posición, impuso rápidamente una dinámica más disciplinada y agresiva: control férreo sobre los diputados, discurso duro y presión constante sobre el Gobierno. Sus intervenciones han tensado el debate político, no solo por el fondo sino por las formas.

Tellado ha protagonizado enfrentamientos públicos con la vicepresidenta Yolanda Díaz, a quien acusó de hipocresía por defender al Gobierno pese a escándalos de corrupción y de «comprar en tiendas de lujo». También cargó contra el PNV, asegurando que era «imposible distinguir al PNV de Bildu», unas declaraciones que generaron una fuerte reacción desde el nacionalismo vasco. Al PSOE le ha dedicado algunos de sus ataques más duros: ha tachado al Gobierno de «mafia», ha llamado «capo» a Pedro Sánchez y llegó a sugerir que debería abandonar el país «en un maletero».

Ese tono no es improvisado. Forma parte de una estrategia que busca marcar perfil, movilizar al votante más duro y tensar la cuerda con los socios del Gobierno. Como nuevo secretario general, Tellado no solo gana poder interno, sino que se convierte en el principal encargado de coordinar la estructura territorial del partido y su línea discursiva. Tiene, en la práctica, carta blanca para organizar el mensaje del PP de cara a un ciclo electoral marcado por la polarización.

Su nombramiento también deja entrever el modelo de partido que Feijóo quiere consolidar: centralizado, combativo y con un núcleo de mando claro. Frente a voces más conciliadoras como la de Borja Sémper, Tellado representa la apuesta por un estilo más áspero, diseñado para mantener cohesionadas a las bases y resistir el desgaste de una legislatura tensa. La relación con Vox —con quien Tellado mantiene un vínculo pragmático— se abordará desde esa lógica: acuerdo si conviene, distancia si daña.

Miguel Tellado aporta algo más que lealtad: es el ejecutor político de una estrategia que asume que el centro ya no se disputa solo con matices programáticos, sino con el control del discurso. En un contexto cada vez más agitado, su estilo puede incomodar, pero define con claridad el camino que el Partido Popular ha decidido seguir.

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