La piscina municipal de Ordes vuelve a abrir sus puertas al público tras el cierre del pasado sábado, cuando el concello recibió una alerta por la presencia de excrementos en el área de baño.
Una persona defeca dentro del agua, otra lo ve, alerta de la situación y la piscina cierra sus puertas: ese es el modus operandi que obliga a realizar este reto viral que circula por las redes y que ya ha afectado a unas 300 piscinas del país en lo que va de verano.
No sólo sucede en piscinas públicas como esta de Ordes, esta gamberrada se cuela incluso en las zonas de baño de hoteles y entidades privadas.
En este caso, la piscina tuvo que ser cerrada con el fin de limpiarla y desinfectarla. Una vez hecho esto, se realizaron varias analíticas de sus aguas, que confirmaron su correcta salubridad. Es por ello que el Concello de Ordes ha decidido reabrir esta piscina municipal en el contexto de una ola de calor que afecta al municipio.