Desde este fin de semana, Juan da Ferreira ocupa un lugar especial en la memoria colectiva del Concello de Vilaboa. En un acto cargado de emoción se inauguró un olivo y una placa permanente en recuerdo de este vecino que logró sobrevivir a los campos de concentración nazis de Mauthausen y Ebensee.
La ceremonia sirvió como reconocimiento a Juan Lago Collazo y reunió a familiares, representantes institucionales y vecinos en un espacio de encuentro y reflexión en torno a la memoria histórica.
Uno de los momentos más emotivos del acto fue el testimonio de su hija Viviane y de sus nietos, Valerie y Enmanuel, quienes compartieron con los asistentes sus recuerdos personales y el legado de Juan. Sus palabras ayudaron a poner rostro a una historia marcada por el horror.
La jornada estuvo acompañada de música, poesía e intervenciones que subrayaron la importancia de preservar la memoria histórica como herramienta para construir una mejor sociedad. Desde el recuerdo del terror vivido en los campos de exterminio hasta la condena expresa a las violencias actuales, como el genocidio en Gaza, el acto fue también una llamada a la empatía y al compromiso social.