La Autoridad Portuaria de A Coruña ha solicitado a la Xunta de Galicia realizar un ajuste en la aplicación de la tasa turística en la ciudad, para que los cruceros que no pernocten en la ciudad estén exentos de pagar esta contribución.
Esta tasa, que se aplicará a todos los cruceros a partir del 1 de enero de 2026, incluye a los buques en la tarifa, independientemente de si sus pasajeros pasan la noche en la ciudad o no. Una medida que genera preocupación en la Autoridad Portuaria de A Coruña. Según Martín Fernández Prado, presidente de la Autoridad Portuaria, parece lógico que la tasa sólo se cobre a los cruceristas que pernocten en la ciudad, tal y como sucede con los viajeros que llegan en avión, tren, autobús o vehículo particular y que no pasan la noche en A Coruña.
Fernández Prado recordó que una parte de los pasajeros ni siquiera desembarca del barco, por lo que aplicar la tasa a todas las escalas podría ser «muy perjudicial» para la llegada de cruceros y tendría un impacto negativo en la actividad económica local y en el empleo.
Actualmente, el puerto de A Coruña es líder en la cornisa cántabro-atlántica en tráfico de cruceros, con una previsión de alcanzar 169 escalas y 480.000 pasajeros en 2026. El impacto económico estimado supera los 40 millones de euros anuales, afectando no solo al comercio y la hostelería, sino también a un amplio tejido empresarial vinculado al puerto, como terminales, empresas consignatarias, servicios náuticos, transporte, guías turísticos y servicios sanitarios.
Cabe destacar que la tasa turística, en el caso de los cruceros, no la abonan los pasajeros sino las compañías navieras, con un coste previsto de 1,5 euros por pasajero y día, aunque no pernocten. Por ejemplo, un crucero como el Independence of the Seas, con 4.300 pasajeros, actualmente paga unas tasas portuarias de 14.573 euros por escala, que se incrementarían en 6.450 euros por la tasa turística, lo que supone un aumento del 44% en el coste total. Este buque realizará 12 escalas en A Coruña durante el año, lo que representaría un coste adicional de unos 78.000 euros para la naviera.
La Autoridad Portuaria recuerda que ya aplica un 40% de bonificación en las tasas para incentivar la llegada de cruceros, incentivo que podría perderse con la aplicación de la tasa turística, poniendo en riesgo la competitividad del puerto frente a destinos cercanos.