Un hombre de 56 años ha fallecido este jueves tras ser apuñalado en la antigua estación de autobuses de Vigo, en la calle Gregorio Espino. El suceso, ocurrido en torno a las 06:30 horas, ha provocado un amplio despliegue policial en la zona, que continúa acordonada mientras se desarrollan las investigaciones.
La víctima, Roberto C. C., presentaba varias heridas de arma blanca en el tórax y el cuello, presuntamente causadas con un cuchillo de cocina hallado en el lugar de los hechos. A su lado se encontraba una mujer de 36 años, identificada como Silvia G. V., que fue detenida por la Policía Nacional como presunta autora del homicidio. Ambos convivían desde hacía semanas en una pequeña caseta improvisada junto al porche del edificio, donde pasaban las noches junto a otras personas sin hogar.
El aviso al 112 se produjo tras la llamada de uno de los indigentes que pernoctan en la zona, quien alertó de una pelea y de que un hombre se encontraba gravemente herido. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar, hallaron al fallecido tendido sobre un colchón, con abundante sangre a su alrededor. Los sanitarios solo pudieron certificar su muerte.
Fuentes policiales señalan que la víctima y la presunta agresora eran conocidos en el entorno y habían sido identificados en otras ocasiones por agentes locales. Aunque aún no se ha determinado la naturaleza de su relación, vecinos y personas del entorno los habían visto frecuentemente juntos en las últimas semanas. Algunos testigos aseguran que mantenían una convivencia pacífica, aunque en ocasiones discutían.
Roberto, natural del barrio de A Doblada, era padre de varios hijos y abuelo reciente. Quienes lo conocían lo describen como una persona tranquila, que había atravesado dificultades personales en los últimos años. Su muerte ha causado gran consternación entre los vecinos, muchos de los cuales se acercaron al lugar tras conocer la noticia.
La Policía Nacional, a través de sus unidades de Policía Judicial y Científica, se ha hecho cargo de la investigación para esclarecer las circunstancias exactas del crimen. Los agentes recogen pruebas y tratan de determinar si hubo algún detonante previo a la agresión. El caso está siendo instruido por el Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo, en funciones de guardia.
Un refugio precario
La antigua estación de autobuses de Vigo, clausurada en diciembre de 2022 tras la apertura de la nueva terminal de Vialia, se encuentra actualmente abandonada y en avanzado estado de deterioro. Desde su cierre, el recinto se ha convertido en un refugio para personas sin hogar, que han instalado allí casetas y estructuras de cartón para resguardarse. El suceso ha vuelto a poner sobre la mesa la situación de vulnerabilidad de quienes habitan el lugar y la falta de alternativas de alojamiento para ellos.
