Viajar por la AP-9 volverá a ser más caro en 2026. Según una estimació de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), los peajes aumentarán un 4,4% respecto a los precios de 2025. La subida resulta de sumar la inflación prevista (del 3,4% en octubre) y el canon anual que Audasa sigue percibiendo por las obras de ampliación en el puente de Rande y en los accesos de Santiago, ejecutadas hace ya una década.
Aunque el dato definitivo del IPC de noviembre será el que determine el porcentaje final, el cálculo de la patronal permite anticipar la magnitud de la subida. Además, Audasa tiende a redondear hacia arriba los precios, por lo que subida podría ser incluyo mayor que la de este cálculo.
un nuevo golpe al bolsillo de los conductores gallegos, que se enfrentan a un escenario de precios récord mientras la Comisión Europea mantiene abierta la investigación sobre la prórroga de la concesión de Audasa hasta 2048, declarada ilegal por Bruselas en 2023.
Nuevos precios estimados de la AP-9 en 2026
Estos son los precios aproximados que tendrán los principales trayectos de la AP-9 a partir de 2026, según las previsiones de la CEP:
- A Coruña – Ferrol: 6,16 € (frente a los 5,90 € de 2025)
- A Coruña – Santiago: 8,77 € (8,40 € en 2025)
- A Coruña – Pontevedra: 16,29 € (15,60 € en 2025)
- A Coruña – Vigo: 21,35 € (20,45 € en 2025)
- Ferrol – Santiago: 11,90 € (11,40 € en 2025)
- Ferrol – Vigo: 24,48 € (23,45 € en 2025)
- Ferrol – Tui: 28,03 € (26,85 € en 2025)
- Santiago – Pontevedra: 7,52 € (7,20 € en 2025)
- Santiago – Vigo: 12,58 € (12,05 € en 2025)
- Vigo – Rande: 1,25 € (1,20 € en 2025)
- Vigo – Pontevedra: 5,06 € (4,85 € en 2025)
- Vigo – Tui: 3,55 € (3,40 € en 2025)
La AP-9, cada vez más cara
La AP-9, que conecta Galicia de norte a sur desde Ferrol hasta Tui, se ha convertido en una de las autopistas más caras de España. En los últimos cuatro años, los peajes se han incrementado más de un 20%, una tendencia que la CEP considera “insostenible” para el tejido empresarial gallego.
“Cada envío o desplazamiento por negocios cuesta más que el año anterior. Es un modelo abusivo que castiga a las empresas y resta competitividad a Galicia”, denunció Jorge Cebreiros, presidente de la patronal pontevedresa.
Cebreiros subraya que el problema va más allá del coste económico, calificándolo de “agravio territorial”. Mientras otras comunidades disfrutan de autopistas liberadas de peaje, Galicia sigue pagando por una infraestructura esencial, lo que afecta especialmente a los transportistas, autónomos y pymes, que representan el 90% del tejido empresarial gallego.
Un conflicto político y judicial abierto
El aumento previsto de los peajes coincide con un clima político cada vez más tenso. La Comisión Europea ha reiterado que la prórroga de la concesión de Audasa hasta 2048 es contraria a la normativa comunitaria, pero el Gobierno central no ha adoptado medidas para revertir la situación.
Mientras tanto, tanto la Xunta de Galicia como el Parlamento gallego han exigido por unanimidad la transferencia de la AP-9 al Ejecutivo autonómico y la abolición progresiva de los peajes, aunque la propuesta continúa bloqueada en Madrid.
La patronal pide una revisión urgente del modelo concesional y la implantación de bonificaciones permanentes para los usuarios frecuentes y el transporte de mercancías, hasta que se logre una solución definitiva.
“No se puede hablar de reindustrializar Galicia con los camiones pagando más por kilómetro que en ninguna otra parte del país”, remarcan desde la CEP.

