Fundación Meniños reivindica el derecho de niños, niñas y adolescentes a crecer en entornos libres de violencia

La entidad, que trabaja desde hace más de tres décadas en la atención a menores en situación de riesgo, desarrolla esta campaña para visibilizar la magnitud del problema y reforzar el mensaje de que la violencia contra la infancia no es un asunto aislado ni lejano
La entidad insiste en que una parte del problema está en la falta de presencia y de implicación de la sociedad en los espacios donde niños, niñas y adolescentes pasan gran parte de su tiempo
La entidad insiste en que una parte del problema está en la falta de presencia y de implicación de la sociedad en los espacios donde niños, niñas y adolescentes pasan gran parte de su tiempo

El Día Mundial de la Infancia vuelve a poner el foco en una realidad que sigue lejos de resolverse: la violencia que sufren niños, niñas y adolescentes en distintos ámbitos de su vida diaria. Aprovechando esta fecha, Fundación Meniños ha puesto en marcha la iniciativa «Tenemos que estar a la altura», una acción con la que busca recordar que la protección de la infancia no puede limitarse a un solo día al año, sino que exige una implicación constante por parte de toda la sociedad.

La entidad, que trabaja desde hace más de tres décadas en la atención a menores en situación de riesgo, desarrolla esta campaña para visibilizar la magnitud del problema y reforzar el mensaje de que la violencia contra la infancia no es un asunto aislado ni lejano, sino una realidad presente en entornos cotidianos como la familia, la escuela o el ámbito digital.

El contexto en el que se enmarca esta acción viene respaldado por los datos del estudio «Prevalencia de la violencia contra la infancia y la adolescencia en España», elaborado por el Ministerio de Juventud e Infancia. Según este informe, el 48,1 % de las personas jóvenes en España declara haber sufrido violencia psicológica durante su infancia o adolescencia. El 40,5 % afirma haber vivido violencia física, el 28,9 % violencia sexual y el 24,9 % violencia digital, especialmente durante la adolescencia. Además, uno de cada cuatro jóvenes (24,4 %) asegura haber sufrido negligencia o falta de cuidados adecuados en su entorno más cercano.

A partir de estos datos, la iniciativa de Fundación Meniños pone el acento en la necesidad de una respuesta colectiva que vaya más allá de las declaraciones institucionales o las conmemoraciones simbólicas. La organización subraya que estar “a la altura” implica asumir una responsabilidad compartida en la creación de entornos seguros, donde niños, niñas y adolescentes puedan crecer sin violencia.

Crecer sin violencia: un derecho aún pendiente

El Día Mundial de la Infancia conmemora la aprobación, en 1989, de la Convención sobre los Derechos del Niño, que reconoce el derecho de todos los menores a vivir en un entorno seguro y libre de cualquier tipo de violencia. En España, este compromiso se ha reforzado con la aprobación de la Ley Orgánica 8/2021, de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI), que establece las bases para prevenir, detectar y actuar ante situaciones de violencia.

Sin embargo, los datos actuales muestran que este derecho dista de estar plenamente garantizado. Por ello, la acción impulsada por Fundación Meniños pretende trasladar a la ciudadanía que el problema no pertenece solo al ámbito legislativo o institucional, sino que interpela directamente al conjunto de la sociedad, en todos los espacios donde la infancia se desarrolla.

La violencia se produce en los entornos más cercanos

Uno de los aspectos más relevantes del estudio es que la violencia no suele venir de personas desconocidas, sino que se produce en muchos casos dentro de los entornos más próximos. En el caso de la violencia psicológica, el 58 % de las madres y padres aparecen como principales perpetradores, seguidos por compañeros/as (47,2 %) y amigos/as (44,7 %).

En la violencia física, la familia vuelve a situarse en primer plano, con un 38,2 % de los casos atribuidos a madres y padres, junto con compañeros/as de estudio o actividades deportivas (35,9 %). Los entornos donde más se registra este tipo de violencia son el familiar (67 %) y el escolar (54,5 %).

A ello se suma que el 35,7 % de las personas jóvenes ha sido testigo de situaciones de violencia durante su infancia o adolescencia, una forma de victimización indirecta que también tiene un impacto en su desarrollo emocional y social.

La falta de respuesta y el peso del silencio

Otro de los elementos que pone sobre la mesa esta campaña es la escasa respuesta que reciben muchas víctimas. Según el estudio, casi la mitad de quienes sufrieron violencia psicológica (49,9 %) no recibió ningún tipo de ayuda. En el caso de la violencia física, el porcentaje es del 49,2 %, y en la violencia sexual asciende hasta el 52,5 %.

Cuando buscan apoyo, la mayoría recurre a personas cercanas: amigos y amigas (entre el 49 % y el 64 %, según el tipo de violencia) y madres (entre el 29 % y el 49 %). Sin embargo, el acceso a atención especializada o la denuncia formal siguen siendo muy limitados.

En este contexto, desde Fundación Meniños se insiste en la necesidad de que la sociedad, y en especial las personas adultas, asuman un papel más activo en la detección y respuesta ante situaciones de violencia.

Una pregunta directa a la sociedad

La entidad insiste en que una parte del problema está en la falta de presencia y de implicación de la sociedad en los espacios donde niños, niñas y adolescentes pasan gran parte de su tiempo.

“Hemos normalizado comportamientos que dañan, hemos mirado hacia otro lado ante situaciones de violencia y, en muchos casos, no hemos sabido identificar las señales de alarma”, señala Verónica Rivadulla, directora de Fundación Meniños. “No se trata solo de prohibir o castigar, sino de educar, de acompañar y de estar ahí. De crear confianza para que los niños y niñas sepan que pueden acudir a nosotros cuando algo no va bien”.

La organización recuerda, además, que en muchos casos los propios agresores son otros menores que reproducen patrones de violencia sin conciencia del daño que generan, lo que refuerza la importancia de trabajar la prevención desde edades tempranas.

La educación como herramienta clave

Dentro de la iniciativa «Tenemos que estar a la altura», Fundación Meniños destaca el papel central que juega la educación en la prevención de la violencia. A través de programas como «Axia, o Universo do Bo Trato» y «Colexio do Benquerer», la entidad trabaja en centros educativos para fomentar el respeto, la empatía, la gestión emocional y la resolución pacífica de conflictos.

El proyecto AXIA, puesto en marcha este curso, cuenta ya con casi 40 centros educativos de toda Galicia. Según explica Raquel García, coordinadora del programa, “la experiencia está siendo muy enriquecedora. La respuesta tanto del alumnado como de los equipos docentes es muy positiva, con mucha implicación. A través del proyecto, las pequeñas y pequeños participantes están descubriendo y aprendiendo a gestionar sus emociones y mejorando la convivencia escolar”.

Un compromiso que no se limita a un día

La campaña promovida por Fundación Meniños se enmarca en una trayectoria de más de treinta años de trabajo en la protección de la infancia y la adolescencia en Galicia, Asturias y Castilla y León. Su labor abarca desde la prevención en las aulas hasta la intervención directa con familias en situación de vulnerabilidad, siempre con el objetivo de garantizar entornos seguros para los menores.

Desde la entidad insisten en que el Día Mundial de la Infancia debe entenderse como una oportunidad para reforzar el compromiso social y no como una fecha meramente simbólica.

“Estar a la altura significa proteger a los niños y niñas en todos los entornos donde crecen. Significa estar presentes, atentos y dispuestos a actuar. Porque cada niño y cada niña tiene derecho a desarrollarse libre de violencia, y eso nos compete a todos. Y este compromiso no es solo para el 20 de noviembre, sino para cada día del año”.

Una llamada a la implicación social

La acción «Tenemos que estar a la altura» se plantea como una interpelación directa a la ciudadanía. En una sociedad donde a menudo se perciben estas problemáticas como algo lejano, la iniciativa busca trasladar que la violencia contra la infancia forma parte de nuestra realidad más próxima.

Por un lado, la campaña pretende sensibilizar y fomentar una mayor implicación social en la defensa de los derechos de la infancia. Por otro, poner en valor el trabajo que Fundación Meniños desarrolla desde hace más de tres décadas junto a un equipo multidisciplinar especializado en psicología, trabajo social y educación social.

La organización insiste en que la protección de la infancia no es solo una tarea de entidades especializadas o de las administraciones públicas, sino una responsabilidad compartida por toda la sociedad. Porque, como subraya el lema de la campaña, estar a la altura no es una opción.

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