El Tribunal Militar Territorial Cuarto, con sede en A Coruña, ha condenado a un teniente de navío por un delito de abuso de autoridad en su modalidad de agresión sexual contra una aspirante a marinero en la Escuela de Especialidades de la Armada «Antonio de Escaño», en Ferrol.
La sentencia, dictada el 2 de julio, llega tras un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía Jurídico Militar y la defensa del acusado, que evitó la celebración de un juicio con práctica de pruebas.
Los hechos ocurrieron en la tarde del 14 de enero de 2024. El teniente de navío, que entonces ejercía como comandante de la brigada de la alumna, la citó a ella y a otros dos aspirantes en la cantina del centro. Durante ese encuentro, según recoge la resolución judicial, el oficial realizó comentarios explícitos de contenido sexual dirigidos a la joven —como «estás muy buena, te follaba»— y le dio besos en la mejilla sin su consentimiento.
Además, en varias ocasiones la abrazó por la cintura contra su voluntad y llegó a introducir la mano por el cuello de su camisa para sacar una cadena que llevaba puesta. El tribunal da por probado que este comportamiento se produjo en un contexto de clara superioridad jerárquica y aprovechándose de su posición de mando.
La sentencia también recoge que el militar dirigió comentarios de carácter sexual, aunque en menor medida, a uno de los aspirantes varones que se encontraba presente en la cantina.
Tras lo sucedido, la joven abandonó el lugar visiblemente afectada, llorando, y días después sufrió un episodio de ansiedad que requirió atención psicológica durante 21 días.
En cuanto a la condena, el tribunal impone al oficial una multa de tres meses por el delito militar de abuso de autoridad en su vertiente de agresión sexual y otra multa de cinco meses por un delito de agresión sexual previsto en el Código Penal común. Ambos delitos se consideran en concurso ideal. La cuota diaria de las multas se ha fijado en 3 euros.
Además, deberá indemnizar a la víctima con 1.109 euros en concepto de daños morales y perjuicios. La resolución establece también la responsabilidad civil subsidiaria del Ministerio de Defensa, que deberá asumir el pago si el condenado no puede hacerlo.
A la hora de fijar la pena, el tribunal ha tenido en cuenta la atenuante muy cualificada de intoxicación plena por consumo de alcohol, ya que el acusado manifestó no recordar los hechos cuando fue interrogado días después. Esta circunstancia permitió rebajar las penas hasta sus mínimos legales.
La sentencia ya es firme y pone fin a un procedimiento que se inició a raíz de una investigación interna en la propia escuela, tras la cual el oficial fue cesado de manera inmediata como comandante de brigada. Durante el proceso judicial, el militar estuvo sometido a varias medidas cautelares, entre ellas la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima.



