Este jueves, unas 15.000 personas se concentraron en el centro de Vigo para reclamar mejoras en la sanidad pública, en una movilización organizada por SOS Sanidade Pública. La protesta llega en un momento en que crece el debate sobre la presencia de hospitales privados gestionados por Ribera Salud en Galicia y tras la reciente filtración de audios del CEO del grupo en Madrid.
La marcha recorrió las calles del centro y reunió a ciudadanos y representantes políticos, entre ellos la portavoz del BNG, Ana Pontón, y el alcalde de Vigo, Abel Caballero. Los manifestantes reclamaron una atención sanitaria de calidad, más recursos para los centros de salud, un refuerzo de los hospitales públicos y una gestión transparente de los hospitales privados concertados. También expresaron su preocupación por las listas de espera y por que los intereses económicos no condicionen la atención a los pacientes.
El hospital Povisa, el más grande gestionado por Ribera en Galicia, se ha convertido en un foco del debate. Desde su compra en 2019, atiende a más de 110.000 pacientes públicos, mientras que el gasto del Sergas en el centro ha seguido aumentando. La filtración de audios del CEO de Ribera, en los que se hablaba de priorizar pacientes más “rentables” y ajustar listas de espera para mejorar resultados económicos, ha reavivado las dudas sobre la externalización de la sanidad y la relación entre beneficio empresarial y servicio público.
Ribera Salud también gestiona otros hospitales en Galicia, como Polusa y Juan Cardona, y la Xunta asegura que todos estos centros están supervisados mediante controles de actividad, inversión en equipamientos y la integración de la historia clínica con el sistema público. Sin embargo, la movilización demuestra que muchos vecinos siguen preocupados por el equilibrio entre gestión privada y acceso a servicios de calidad.

