El PSOE atraviesa uno de sus momentos más tensos en Galicia tras la oleada de denuncias por presunto acoso sexual que señalan a José Tomé, hasta ahora una de las figuras de mayor peso en la provincia de Lugo. Tanto Ferraz como el PSdeG han activado los mecanismos internos y han fijado una posición inequívoca: Tomé debe abandonar todos sus cargos públicos de manera inmediata.
El partido sostiene que las acusaciones, recibidas a través de la Oficina contra el Acoso y acompañadas de varios testimonios, revisten una gravedad que exige actuar sin ambigüedades. Desde la dirección gallega insisten en que el PSOE no solo rechaza por completo cualquier conducta machista, sino que siempre ha defendido que las víctimas se sientan respaldadas y protegidas. En este caso, recalcan, no habrá excepciones.
Tras conocerse la denuncia interna, Tomé solicitó la suspensión cautelar de militancia y anunció su salida de la presidencia de la Diputación de Lugo y de todos sus cargos orgánicos. Sin embargo, su decisión de mantener tanto la Alcaldía de Monforte de Lemos como el acta de diputado provincial –aunque ahora como no adscrito– ha provocado un cierre de filas del PSOE en sentido contrario.
La dirección federal, junto al PSdeG, le ha exigido que entregue también estos cargos para cumplir con el principio de “tolerancia cero”, argumentando que su continuidad resulta incompatible con la respuesta que el partido quiere ofrecer ante unos hechos de esta naturaleza. Además, se ha iniciado el procedimiento para constituir una gestora en la federación provincial lucense.
Tomé, por su parte, niega categóricamente las acusaciones, asegura no conocer ninguna denuncia formal y defiende que retener la Alcaldía es necesario para garantizar la estabilidad municipal mientras se aclara su situación.
Ultimátum del BNG y el PP exige su salida
El PP de Lugo reclama que Tomé deje sin demora la Alcaldía de Monforte y renuncie al acta provincial, subrayando que, pese a respetar la presunción de inocencia, la gravedad de las denuncias exige una respuesta ejemplar. Los populares piden además al PSdeG aclarar si tuvo conocimiento previo de las acusaciones.
El socio de gobierno en la Deputación, el BNG, había ido aún más lejos: los nacionalistas lanzaron un ultimátum: si Tomé no dimite por completo, abandonarán el Ejecutivo provincial. El Bloque insiste en que mantiene una política de tolerancia cero frente a la violencia machista y no aceptará que el presidente provincial continúe en el cargo mientras se investigan los hechos.
El futuro institucional de la Diputación de Lugo y la continuidad del pacto progresista quedan así en manos de una decisión que el PSOE reclama inmediata y total.
