El Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad 2025 ha comenzado muy temprano. A las 09:20 horas salía el segundo premio, correspondiente al número 70.048, desatando la alegría en Vigo. Aunque las primeras informaciones apuntaban a Madrid como el lugar de venta del número, pronto se confirmó que la suerte había viajado directamente hasta Galicia, concretamente a la sede de la firma viguesa Bimba y Lola.
El número agraciado es uno de los dos que la empresa de moda gallega había ofrecido a sus empleados. La suerte ha querido que el segundo premio del Sorteo Extraordinario de Navidad, dotado con 1.250.000 euros por serie, se repartiera entre los trabajadores de la compañía, lo que supone 125.000 euros por cada décimo.
Lo que comenzó como una jornada laboral habitual en las oficinas de la Avenida de Madrid se transformó en una explosión de alegría, gritos de júbilo y celebraciones con champán en cuanto se confirmó el premio. El número 70.048 había sido adquirido por muchos empleados de la sede viguesa en forma de décimos, repartiendo así la fortuna entre buena parte de la plantilla.
El segundo premio se vendió íntegramente en Madrid, pero parte de él acabó en Vigo gracias a la iniciativa de la firma textil de adquirir ese número para sus trabajadores. Desde primera hora de la mañana, empleados de distintos departamentos celebraron juntos el premio, convirtiendo una mañana de trabajo en una jornada inolvidable.
La llegada del segundo premio supone una nueva ilusión para los trabajadores de Vigo, que estrenaron nueva sede en 2024 y que este año recordarán la Lotería de Navidad como un día marcado por la suerte y la alegría compartida.
Aunque el grueso de este premio se ha repartido en la nueva sede central de la firma, en Vigo, la alegría se ha dejado notar en todas las tiendas de la marca, donde todas las empleadas habían comprado su décimo. Es el caso de la tienda de Bimba y Lola en Santiago, en la calle Xeneral Pardiñas, donde las siete trabajadores empezaron la jornada con esta buena noticia.
«Yo estaba tomando un café antes de entrar a trabajar y justo me llamó una compañera de otra tienda llorando, yo no me lo creía: después ya avisé a mi encargada y a mis compañeras y estábamos todas como locas, pero aún estamos asimilándolo», explica Fátima, trabajadora de Bimba y Lola desde 2018. Su compañera Romina ha tenido incluso más suerte: como llegó hace dos años esta es la primera vez que juega la lotería de la empresa.
La fortuna también ha sonreído a los trabajadores del outlet de Área Central. Es el caso de Celia, que estaba desayunando en casa cuando se enteró. «Se me quemó una tostada, pero da igual, ya me compraré más», bromea. Al principio no se lo creía: «Se parece al mío, pero seguro que hay un número que no es», pero finalmente «sí que era». «En mi familia somos muy piña, así que lo usaremos para ayudar un poquito a cada uno e igual para la entrada da de un piso», avanza.
