La Xunta de Galicia ha presentado el nuevo proyecto de la variante de Viveiro, una infraestructura largamente demandada que permitirá sacar del casco urbano buena parte del tráfico, especialmente el pesado, y que contará con una inversión global de 62,68 millones de euros en sus tramos este y oeste.
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció que el Ejecutivo autonómico prevé licitar en el primer trimestre de 2026 el proyecto de la variante este, con la intención de iniciar las obras dentro de esta legislatura. Se trata del primer avance concreto tras años de anuncios, estudios y promesas incumplidas.
Han tenido que pasar más de dos décadas y el nombramiento de una alcaldesa del PP al frente del Concello de Viveiro, tras una moción de censura, para que el proyecto empiece a materializarse. La variante llevaba años enquistada, pese a las reiteradas reclamaciones vecinales y municipales, sin que hasta ahora se hubiera activado la financiación necesaria.
Así será la variante
La actuación prioritaria será la variante este, con un trazado de 6,2 kilómetros entre la LU-540 y el corredor Celeiro–San Cibrao, y un presupuesto de 37,6 millones de euros. Incluirá dos viaductos de gran entidad, uno de más de 500 metros en Celeiro y otro de 130 metros en Rego Fontecoba. Según la Xunta, esta vía permitirá absorber el tráfico de largo recorrido y los desplazamientos hacia el puerto, reduciendo la congestión, el ruido y la contaminación en el centro urbano.
En una fase posterior se ejecutará la variante oeste, de 4,35 kilómetros, con salida hacia O Vicedo y Ortegal. Este tramo contará con un viaducto de 310 metros sobre el río Landro y otro de 180 metros sobre el Rego de Loiba, y supondrá una inversión adicional de 25,04 millones de euros.
Adiós definitivo a la Vía de Alta Capacidad
Desde el gobierno municipal, la alcaldesa Mariña Gueimunde ha defendido la funcionalidad del nuevo vial y considera que la ciudad no podía permitirse dejar pasar una nueva oportunidad. A su juicio, tras décadas de bloqueo, el proyecto presentado es el único que permite pasar del papel a la obra en un plazo razonable y dar respuesta a un problema grave de tráfico.
Una posición similar mantiene Por Viveiro, formación que apoyó la moción de censura que dio la Alcaldía al PP e incluyó el impulso de la variante entre sus prioridades. Su portavoz, Bernardo Fraga, valora especialmente que el trazado incorpore un enlace en Celeiro que permita captar el tráfico pesado procedente del puerto y considera que, aunque mejorable, la infraestructura cumplirá su objetivo principal.
El anuncio ha abierto, sin embargo, un intenso debate político. PSOE y BNG coinciden en lamentar que la Xunta descarte definitivamente la Vía de Alta Capacidad (VAC) Costa Norte y apueste por una carretera convencional. Los socialistas advierten de que esta solución supone renunciar a una infraestructura de altas prestaciones que fue exigida durante años al Concello, incluso condicionando el desarrollo urbanístico y la tramitación del PXOM. A su juicio, el proyecto que ahora se presenta podría haberse ejecutado hace tiempo si hubiera existido voluntad política, y supone una rebaja sustancial respecto a lo prometido.
El BNG va más allá y acusa a la Xunta de enterrar un compromiso histórico adquirido hace más de 25 años, cuando se prometió la VAC como compensación por el desvío de la A-8. La formación nacionalista critica que el nuevo trazado no permita desdoblamientos futuros y denuncia que se reduce a una cuarta parte la inversión prevista inicialmente para la VAC. Por ello, ha anunciado iniciativas parlamentarias y nuevas movilizaciones para reclamar una vía de altas prestaciones para Viveiro y el conjunto de A Mariña.

