La Asociación Galega de Apicultura ha hecho un llamamiento para empezar a combatir la avispa asiática en este temporada. Se trata de lograr una detección precoz de nidos ya que la fase más importante es la preventiva, que tienen dos vectores: el trampeo en primavera para capturar reinas fundadoras y evitar que a su alrededor se genera un nido primario y la retirada de nidos incipientes que se realiza entre marzo y mayo.
Es fundamental para evitar la expansión y, apuntan el presidente de la delegación de Ferrol, Rafael Díaz, que “es más importante atrapar ahora reinas de velutina, bien sea en los nidos primarios o mediante trampeo, que matar a las obreras en verano puesto que por cada reina que se elimina, se evita una colonia de miles de ejemplares”.
Este año la fase de trampeo para captura de reinas fundadoras ha comenzado con la instalación por parte de AGA de unas 25 trampas en asentamientos de la comarca de Ferrol -Doniños, Cobas, Pedroso, San Sadurniño, entre otros- y más de un centenar en la zona del Ortegal. Las operaciones de trampeo se han ido incrementando a lo largo de los últimos años, tanto el número de trampas, como en número de capturas.
Actuar ahora y no en verano
Desde la Asociación Galega de Apicultura han solicitado a los ayuntamientos y a la Mancomunidade que insten a los vecinos a instalar trampas rudimentarias en sus fincas si quieren evitar la formación de nidos. «Se puede reducir hasta un 75% la creación de estas colmenas si se ataja a tiempo la captura de las reinas. Si un vecino instala una o dos trampas en su finca puede tener garantizado que no habrá nidos en unos 150 metros a la redonda», explica Rafael Díaz.
«No se trata de saturar todo de trampas», insiste en responsable de la asociación en el Ortegal, Manuel Rodríguez, quien aseguran que con una inversión «de 4 o 5 euros» una finca puede quedar cubierta todo el año. Pero recuerda: «el momento es ahora, no en agosto».

La avispa asiática tiene un ciclo de vida anual. Las reinas fecundadas salen de su letargo entre febrero y marzo. Una vez que despiertan, hacen un nido primario temporal donde ponen sus huevos para formar una pequeña colonia de 20 o 30 obreras que, sobre el mes de mayo, construirán un nido secundario.
Este crece hasta albergar más de 2.000 avispas y a finales de verano, se empiezan a diferenciar las hembras y los machos. Las hembras, una vez fecundadas, abandonan el nido para hibernar y en febrero del siguiente año, comienzan un nuevo ciclo. El nido vacío queda inactivo y se va deteriorando de forma natural.
Construir las trampas caseras
¿Cómo hacer estas trampas caseras? Desde la Asociación Galega de Apicultura recomiendan construir y colocar trampas lo más selectivas posible para evitar que entren en ellas otros insectos polinizadores fundamentales para la reproducción de plantas y cultivos. Para ello, aconsejan que en la parte superior de la botella se realicen dos agujeros enfrentados con un diámetro de entre 8 y 9 milímetros. Eso ayuda mucho porque hay muchos insectos como abejorros, mariposas o polillas que no podrán entrar.
Justo debajo de las entradas, se haría la misma operación con los agujeros de salida, también enfrentados, que deberían tener un diámetro de entre 4 y 5 milímetros y para los que se puede utilizar una broca también para madera que podemos adquirir en cualquier ferretería, o un clavo de un tamaño aproximado. Las medidas idóneas serían 8 ó 9 milímetros para las entradas y entre 4 y 5 milímetros para las salidas.
En los agujeros de entrada, como se muestra en la fotografía, se aconseja colocar una campanilla y, en el interior de la botella, un corcho o algún otro elemento que flote en el líquido atrayente. Se pretende que lo que no sea avispa asiática no muera en la trampa y pueda escapar. Dentro de la botella se mete un atrayente también de fabricación casera: para recebar 2 ó 3 trampas hay que mezclar 5 gramos de levadura y 200 gramos de azúcar disueltos en 0,5 litros de agua tibia.
