La alcaldesa, Lara Méndez, acompañada por la edil de Desarrollo Local y Empleo, Ana González Abejera, participó este fin de semana en la segunda edición del Congreso “E para comer, Lugo no Camiño”, organizado por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo. Al evento también acudió la diputada provincial de Régimen Interior, Promoción del Territorio y Turismo, Pilar García Porto.
La cita busca promover el sector hostelero y turístico de la provincia, dos de los más afectados por las restricciones sanitarias del COVID-19 y con los que ambas entidades colaboran para su recuperación a través de diferentes iniciativas.
La diputada provincial elogió el acierto «al juntar por una parte el Camino, en un año en el que esperamos que se recupere el flujo de peregrinos que visitan la provincia por las diferentes rutas que la atraviesan, y por otra parte los productos de cercanías, reforzando así el circuito económico local, que pone en colaboración a los pequeños productores con los chefs de su zona, que reactiva la economía de nuestros pueblos y ciudades, y que genera empleo y fija población. Una apuesta por el local que se ve amplificada al entrar en contacto con las grandes líneas de divulgación y de promoción de nuestra tierra como son las rutas del Camino y la celebración del doble Xacobeo”.

Un evento que la regidora calificó como “el escaparate excepcional de la simbiosis que existe entre el patrimonio material e inmaterial del municipio y que se refleja en un maridaje perfecto entre el paisaje, la cultura, la historia y la gastronomía, que hacen de Lugo una ciudad viva y un destino auténtico, lleno de atractivos visuales y también sensoriales”.
Durante su intervención, Lara Méndez destacó la importancia que el sector hostelero tiene para Lugo, con casi 1.400 negocios integrando el sector, que suponen en torno al 12% del PIB local y generan el 19% del empleo y quiso ensalzar también su fortaleza para resistir y sobreponerse la esta etapa de pandemia.
El congreso, que ya va por su segunda edición, puso en valor la cultura gastronómica vinculada a los Caminos de Santiago que discurren por la provincia de Lugo. Además, también se realizaron talleres de cocina, catas de vinos y cafés, y por último varios cocineros lucenses realizaron demostraciones culinarias de tapas típicas de los distintos caminos.