Las trabajadoras y trabajadores de las tiendas Oysho, Massimo Dutti, Zara Home y Pull& Bear de la provincia de A Coruña secundaron ayer una jornada de huelga en rechazo al «ERE encubierto» que Inditex está llevando adelante en el marco del proceso de digitalización de las ventas. Con motivo de la huelga, convocada por la CIG, el personal realizó una concentración en A Coruña para visibilizar el conflicto laboral y exigir de la multinacional que siente negociar un acuerdo de reubicaciones que ofrezca garantías reales de mantenimiento del empleo y de las condiciones de trabajo.
La CIG-Servicios destaca el éxito de la huelga de este lunes, que provocó que la mayoría de los comercios de las distintas cadenas afectadas estén hoy sin actividad, con una especial incidencia del paro en Massimo Dutti y en los establecimientos de Ferrolterra, comarca donde Inditex va a desmantelar casi toda la red comercial física. «El seguimiento en las tiendas afectadas fue prácticamente del 100% y hubo una amplísima respuesta también por parte de las trabajadoras/ de las otras tiendas», subrayó Roberto Pérez, responsable de comercio de la CIG-Servicios de A Coruña, durante la movilización que el personal realizó en la ciudad herculina para visibilizar su lucha.
Inditex cierra 24 tiendas en Galicia
Desde el sindicato recuerdan que desde principios de año Inditex tiene en marcha un proceso de cierre de tiendas que en Galicia supondrá el cierre de 24 establecimientos, de los que hasta el momento se materializaron 12. Sin embargo, estos cierres no van acompañados de un proceso de reubicaciones para lo personal afectado con garantías de mantenimiento de las condiciones laborales y salariales que tenían.
De hecho, critican que las vacantes que ofrece la empresa «no tienen un mínimo de calidad. La alternativa que tienen las trabajadoras es acogerse la una plaza en peores condiciones, algunas con jornadas semanales de 16 horas semanales cuando antes estaba a 40 horas, en otras provinciales, o con horarios que le impiden conciliar, por lo que, en la práctica, se ven obligadas a tener que marchar con una indemnización mínima».

Desde la CIG reiteran que en este cambio de modelo de negocio «no existen motivos ni económicos ni comerciales para expulsar las trabajadoras o para empeorarles las condiciones laborales. Es una estrategia de Inditex para abaratar costes y abusar del poder que tiene en el sector del comercio», denuncia. En este sentido, apunta que Inditex podría reubicar el personal afectado en los nuevos puestos que se van a crear para la gestión de la venta online «pero no se los quiere ofrecer porque no les quiere respetar las condiciones por las que llevan peleando muchos años».
Al contrario, advierte que la multinacional —que el pasado año obtuvo más de 1000 millones de euros en beneficios— «en vez de estabilizar el empleo y ofrecer condiciones dignas, ahonda en su política de subcontratación salvaje, ya que está externalizando todo los puestos de trabajo de los almacenes digitales y de los procesos de reparto online».