El único sospechoso por el doble crimen del Cash Record ocurrido hace 27 años en Lugo, M.J.V.C., ha quedado en libertad como procesado tras contestar a todo lo que se le planteó en el juzgado este martes, y después de que las partes no pidieran ninguna medida cautelar.
Fue el 30 de abril de 1994 cuando se hallaron los cuerpos de Esteban Carballedo, que era reponedor en la nave del Cash Record en el polígono industrial de Lugo, y Elena López, cajera en dicho negocio. La hermana de esta última, Isabel, fue quien halló los cadáveres de ambos que presentaban varios tiros con arma de fuego.
El sospechoso era un hostelero del centro de Lugo, que habría sido confidente de la Policía Nacional, y que ahora reside en Burgos. En un auto con fecha del pasado 30 de junio, se pone hora al crimen ocurrido el 30 de abril de 1994. Así, apunta que tuvo lugar «a partir de las 19.52» luego que conste una llamada de una de las víctimas, Elena López, a su suegra «con una duración de 4 minutos y 43 segundos» a las 19.48 horas.
A partir de ahí se desatarían los acontecimientos, con la entrada del presunto autor en esa nave industrial de O Ceao, donde se apoderó de una cantidad importante de dinero en pesetas (unos 22.700 euros) y «talones por importe de 524.159 pesetas (3.258,44 euros)». En el auto figura que «no se apreció desorden, ni señales de lucha o resistencia, de lo que se deduce que el autor actuó desde una situación de confianza con las víctimas y que la muerte de éstas resulto necesaria no para perpetrar el atraco, sino para evitar ser delatado».
También se da cuenta de distintas declaraciones que conducen a la pista de este camarero y así se pone de manifiesto en el expediente del juzgado de primera instancia número uno de Lugo, que indica que «la relación ordenada y pormenorizada de los indicios existentes proporciona peso a la hipótesis de que al autor de los hechos podría ser MJ. V. C.».
Comparece el único sospechoso
Sin embargo, según han confirmado a Europa Press fuentes judiciales, este martes el sospechoso procesado en esta causa acudió al Juzgado de Primera Instancia número 1 de Lugo a una comparecencia «indagatoria», en la que se le relataron los hechos que se le imputan y se le dio la posibilidad de contestar a las cuestiones planteadas.
Las mismas fuentes judiciales han señalado que el hombre «contestó a todo lo que se le planteó», tras lo que las partes, ante la posibilidad de solicitar medidas, únicamente pidieron que comunique el cambio de domicilio en caso de haberlo. Por ello, ha quedado en libertad en calidad de procesado como antes de la comparecencia.
Por su parte, fuentes consultadas por Europa Press han detallado que el hombre ha negado en la comparecencia de este martes su relación con el doble crimen, así como con las armas, a pesar de que le habían encontrado munición y pistolas. Ahora queda pendiente la decisión judicial sobre el recurso presentado por la defensa del sospechoso del doble crimen contra el auto de procesamiento.
Sobre las familias de las víctimas de este crimen, ha comentado que se encuentran «esperanzadas» al haber un sospechoso procesado después de tantos años, por lo que el letrado ha indicado que hay que esperar «a ver qué dice la Audiencia Provincial» sobre el recurso de la defensa presentado contra el auto de procesamiento.
Recibimiento en el juzgado
El único sospechoso del doble crimen del Cash Record ha acudido este martes al juzgado acompañado de su abogada y una procuradora y fue recibido a las puertas de la sede judicial por familiares de las víctimas y numerosos medios de comunicación. Llegó sobre las 10,10 y a las 10,30 horas había sido citado a declarar por la titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Lugo para aclarar ciertas cuestiones en relación al doble crimen ocurrido el 30 de abril de 1994. Las familias tienen el foco en este hostelero desde el principio de la investigación.
Las familias de las víctimas permanecieron en el exterior de los juzgados, tanto Isabel López, hermana de la cajera Elena, como Avelina Sánchez cuñada del reponedor Estebán Carballedo, las dos víctimas del crimen en el polígono industrial de O Ceao portaban una pancarta exigiendo justicia.