El Presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé Roca, ha supervisado este martes los trabajos de reparación del muro de contención del cementerio de Altamira, en Viveiro, dañado por una riada. La institución provincial invirtió más de 91.000€ en esta actuación, que garantiza la estabilidad del recinto.
El mandatario provincial comprobó las obras acometidas, junto a la Diputada de Régimen Interior, Promoción del Territorio y Turismo, Pilar García Porto, el Diputado de Promoción Económica y Social, Pablo Rivera Capón, y con la Alcaldesa de la localidad mariñana, María Loureiro García.
Además de la reparación estructural de la pared, que presentaba problemas de asentamiento en la esquina ubicada contra el apeadero de tren en Ponte Labrada, se renovó un tramo de recogida de pluviales deteriorado y se humanizó la parte interior del recinto en esta parte sur con aceras y la instalación de una barandilla. La Diputación de Lugo sufragó el coste total de los trabajos y de la redacción del proyecto.
“Se trataba de una actuación muy importante para el vecindario de Viveiro y que tenía su complejidad por el acceso limitado de la zona, que solo contaba con un camino de 1,5 metros de ancho por uno de los lados”, explicó el Presidente. Tomé Roca argumentó que esta colaboración con el Ayuntamiento de Viveiro “prueba una vez más el compromiso de colaboración de la Diputación de Lugo con todos los municipios de la provincia para sacar adelante actuaciones importantes para los vecinos y vecinas”.
Grave riada de 2018
Con estos trabajos, la institución provincial resolvió los problemas estructurales en esa parte del cementerio municipal, que se incrementaron a raíz de la riada acontecida en Viveiro en noviembre de 2018 y que causaron importantes daños en diferentes lugares del ayuntamiento, muy especialmente en el barrio de la Xunqueira.
Después de visitar el cementerio, el Presidente, acompañado por los responsables provinciales, firmó con la Alcaldesa la entrega de las obras en la Casa Consistorial de Viveiro.