Las mariscadoras cuentan desde esta semana con un espacio propio dedicado en exclusiva a vestuarios al pie de la playa de Vilarrube. Un espacio en el que poder ponerse la ropa de faena y también asearse al finalizar la jornada. Algo tan sencillo del que hasta ahora carecían.
Una vieja reivindicación del colectivo, que integran unas veinte trabajadoras, que se materializaba esta semana gracias a las gestiones de la Cofradía de Pescadores de Cedeira; de la financiación de la Consellería del Mar y del FEMP, y de la colaboración del Ayuntamiento de Valdoviño.
«Son más que dos stands dedicados a vestuarios, con ducha y lavabo. Se trata de una iniciativa con la que se suple una necesidad latente en el colectivo, y que contribuye a dignificar su actividad profesional», explican desde el gobierno local.
El presupuesto de las infraestructuras ascendió a 37.200 euros. De ellos, la UE, a través del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca, aportou el 75%, y la Consellería del Mar, el 25% restante. Asimismo, el Ayuntamiento de Valdoviño colaboró en la instalación y puesta en funcionamiento de los stands, dotándolas de los servicios de electricidad y agua, y facilitando la evacuación de residuos.