En los sus dos últimos días, Vísperas y Día de Santa Minia, la Romería de Santa Minia recuperó por momentos alguna de las sensaciones propias de unos tiempos pre-pandemia. Aunque las tormentas caídas en la madrugada hicieron pensar en lo peor, al final «lo cierto es que hoy junto con la jornada del domingo fueron de los dos días más parecidos a lo que suele ser una Romería de Santa Minia», explica Alberto Álvares, coordinador de la Romería.
Los oficios religiosos se desarrollaron como durante todo el fin de semana, con aforo limitado y sin colas a la hora de visitar a la santa en la capilla o de asistir a los oficios en la parcela anexa. Lo único que se notó fue un descenso en el número de vendedores de artículos religiosos. Por su parte, las cinco pulperías instaladas al lado de la carballeira recuperaron también el ritmo de ventas propios de una Santa Minia que cuadre durante la semana, superando los pocos clientes con los que contaron durante las dos primeras jornadas.
Durante la mañana la música ha corrido a cargo del grupo de gaitas Os Viqueiras de Ordes y, especialmente, Festicultores Troupé, que hicieron que no pocos de los mayores presentes se echasen a bailar. Tras su actuación, el alcalde de Brión, Pablo Lago, recibió la visita del delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, y del presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso; que recorrieron la carballeira y cumplieron con la tradición de comer el pulpo en Santa Minia.
El alcalde de Brión agradeció «el extraordinario comportamiento y la colaboración que están ofreciendo los romeros y romeras que nos visitan. Están cumpliendo con todas las medidas de seguridad y, además, están ayudando a mantener viva la ilusión de una de las romerías más grandes de toda Galicia como es la Romería de Santa Minia. Esperemos que para el año podamos volver a disfrutar pero viéndonos todos las caras».
A diferencia de años anteriores, no se cortó en ningún momento la avenida de Santa Minia, pero esto no provocó ninguna incidencia. Es más, ni siquiera fue necesario el tradicional desplegue de efectivos de Protección Civil para ordenar el aparcamiento. Aunque el número de vehículos era sustancialmente menor, cada persona supo orientarse perfectamente para dejar su vehículo el más próximo a la carballeira. La música pone el punto y final a las fiestas esta tarde con las actuaciones de Odaiko y «Tempos modernos» y de la banda municipal de música de Brión.