El paisaje ferrolano llegó a multitud de personas alrededor de todo el globo el durante el siglo pasado gracias a la fotógrafa norteamericana Ruth Matilda Anderson (Nebraska, 1893-Nueva York, 1983), de la Hispanic Society of América, que recorrió Galicia entre 1924 y 1926 acompañada de su padre Alfred Anderson, también fotógrafo. La joven tomó más de 5.000 imágenes y su trabajo se convirtió en la labor documental más importante hasta el momento sobre la comunidad gallega.
De hecho, el resultado de esta expedición fue uno de los mayores archivos fotográficos que existen sobre la comunidad autónoma en la década de los 20. Supone, además, una recopilación precisa de evidencias de las costumbres del pueblo gallego. La mujer consiguió documentar la vida de las gentes, en especial de las zonas de complicado acceso. Hasta entonces, ni las actividades de la población trabajadora del campo y del mar ni la cultura material de Galicia habían sido objeto principal de atención para la fotografía de modo tan exhaustivo.
Este viaje comenzó el 29 de julio de 1924, cuando partió de Estados Unidos en un barco de vapor para llegar a Vigo el 7 de agosto. Acompañada por su progenitor, quien escribía un diario de su expedición y llevaba una gran cantidad de cámaras fotográficas, recorrieron Galicia y Asturias a pie, en coche, a caballo y en barco, hasta el 28 de agosto de 1925.
Su finalidad era cumplir con el encargo encomendado por la Hispanic Society of América, pero este año no fue suficiente para ella. Apenas unos meses más tarde repitió periplo entre el 14 de noviembre de 1925 y el 31 de mayo de 1926, acompañada por otra fotógrafa de la Hispanic Society Frances Spalding. Aparte de completar su exploración por Galicia también cubrió León. Volvió de nuevo a España del 29 de diciembre de 1927 al 28 de abril del 1928 cuando documentó Castilla y Extremadura.
Hispanic Society of America
El arqueólogo, bibliófilo y poeta estadounidense Archer Milton Huntington (Nueva York, 1870 – Connecticut, 1955) fundó en 1904 en Manhattan la Hispanic Society of America, museo, biblioteca pública e institución educativa dedicada al arte y a la cultura del mundo hispánico. Huntington decidió que su entidad incluiría un archivo fotográfico, considerando la incipiente tecnología como una útil herramienta de trabajo para la investigación.
Con este objetivo, adquirió imágenes y promovió expediciones. Ninguno de los fotógrafos que envió a la península ibérica obtuvo mejores resultados que Ruth M. Anderson. Ella realizó en Galicia dos extensas campañas fotográficas que definieron la metodología de la Hispanic Society. Actualmente, la sociedad, que fomenta el estudio de la literatura y lengua española y portuguesa, aglutina más de 200.000 libros, 800 pinturas, 1.000 esculturas, 15.000 grabados y más de 175.000 fotografías.
La recuperación y difusión de su trabajo comenzó con las primeras exposiciones organizadas en la década de 1990 entre la Xunta de Galicia y la Hispanic Society of America. Esta entidad, en colaboración con distintas instituciones españolas, ha llevado a cabo una importante labor de divulgación de su Colección de Fotografía y Grabados en España en los últimos veinte años en distintas exposiciones y catálogos. En 2019 Afundación celebró la exposición “Una mirada de antaño. Fotografías de Ruth Matilda Anderson en Galicia” dentro del proyecto Corriente Cultural, que llevó su obra al castillo de Santa Cruz de Oleiros.
El retrato de Ferrol
En su extenso recorrido, Ruth también se detuvo en Ferrol en el año 1925. Allí fotografió un paisaje especialmente industrial, con su parte urbana. Sus imágenes muestran las calles empedradas del barrio de A Magdalena, con pequeños comercios en las plantas bajas de unos inmuebles que lucían balcones de hierro en sus primeros pisos con galerías a cada lado.
Destaca la fotografía de la casa natal del pintor Fernando Álvarez de Sotomayor, que estaba situada en el cruce entre la calle Real y la plaza del marqués de Amboage. Además, la extraordinaria fotógrafa se intercambió correspondencia con este artista. Solicitó su ayuda para captar una serie de trajes tradicionales. Así lo mostraba una exposición de la Fundación Caixa Galicia que mostró su obra en 2010. Asimismo, en aquella estancia Ruth inmortalizó la Iglesia del Socorro, en Ferrol Vello.
A Coruña en su objetivo
Anderson también paró en A Coruña y se alojó en el Hotel Palace de la calle Real. Ella y su padre lo veían “increíblemente lujoso”, ya que poseía lavabos de porcelana con agua corriente. Y así lo describieron. Desde su cuarto veía los jardines de Méndez Núñez y el Obelisco. Contrasta con otros lugares en los que se hospedaron durante su expedición, que carecían de exceso e incluso de servicios básicos.
Alfred Anderson llegó a asegurar en su diario que estaban degustando en A Coruña los mejores manjares del mundo. En el mismo hotel ambos probaron el queso de tetilla y lo calificaron de delicioso. Aparte de la gastronomía, disfrutaron de una visita a la casa de Emilia Pardo Bazán, en la calle Tabernas, y del mercado de San Agustín, donde inmortalizaron a vendedores. También se ve en sus imágenes la labor de policías, militares y miembros del cuerpo de bomberos. Acudieron, asimismo,al mercado de los cerdos del parque Santa Margarita y al matadero del Orzán.
Después de sus dos visitas, la Hispanic Society of America publicó en 1939 la obra “The gallegan Provinces of Spain: Pontevedra and La Coruña”. Recopila 682 fotografías que reflejan el día a día en los municipios gallegos con las mujeres y los niños como grandes protagonistas de sus retratos. El mar, el trabajo, el campo, la casa y las compras continúan perdurando en sus inmortales instantaneas.
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