El alcalde Ángel Mato ha calificado de «inexplicable» la posición adoptada ayer por el grupo municipal de Ferrol en Común durante el pleno ordinario de fin de mes en el que se votó, entre otros asuntos, la aprobación de una operación de crédito de 14,7 millones de euros para ejecutar varias inversiones de los Presupuestos municipales. Unas cuentas que habían sido pactadas por el grupo de gobierno junto con los comunes y el BNG y cuyo acuerdo se ratificó el pasado 16 de julio en un pleno extraordinario que únicamente contó con los votos en contra del Partido Popular.
En la jornada de ayer, era el momento de aprobar esta operación de crédito a largo plazo en la que se sustentaban gran parte de los proyectos incluidos en esos presupuestos, algunos de ellos ya en fase de licitación y otros, incluso, recogidos a propuesta de Ferrol en Común. Sin embargo, el grupo municipal de Jorge Suárez se abstuvo de aprobar el crédito con el que se realizarían estas inversiones. Esta abstención, junto con el ya conocido voto en contra del PP, hace que os Presupuestos de Ferrol queden en el aire.
Son 14,7 millones de un total de 86,8 que conforman las cuentas públicas municipales aprobadas en julio, pero el problema reside en que muchos de los proyectos financiados con cargo a este crédito estaban también cofinanciados con ayudas europeas. Por lo tanto, si el Concello no pudiese asumir el coste de su parte, se podría perder el total de esa financiación. Es el caso de algunos de los grandes proyectos urbanísticos con cargo al EDUSI (Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado) procedentes de Europa, como la reurbanización de la calle San Francisco, la rehabilitación de la casa de Carvalho Calero o las reformas estructurales en las viviendas de Recimil, entre otros.
Por ello, el alcalde de Ferrol ya adelantó hoy que esta será una de las prioridades en este nuevo escenario: salvar los proyectos cofinanciados con fondos europeos —algunos de ellos conseguidos en la anterior legislatura—. Otra de las prioridades será mantener la financiación de aquellos proyectos que ya están licitados, es decir, que ya han sido sacados a contratación pública y han recibido ofertas para su ejecución.
«Estando ya en el mes de noviembre, parece complicado poder garantizar que se va a dar total ejecución a esos 14,7 millones de euros, pero haré todo lo que esté en mis manos para que las inversiones se cumplan en la medida de lo posible. Pero parece obvio que habrá que hacer ajustes», explicó hoy Ángel Mato. El alcalde socialista reprochó a Ferrol en Común que haya decidido «romper el acuerdo de los presupuestos» y «posicionarse con el Partido Popular» y lamentó que el partido de Jorge Suárez haya «perjudicado a los vecinos y vecinas de Ferrol» al adoptar una «posición tacticista».
Mato aseguró que la decisión de Ferrol en Común pone en peligro la puesta en marcha de proyectos e iniciativas que el propio partido había acordado con entidades vecinales y que suponían importantes demandas ciudadanas. «Si alguien aprueba un presupuesto y después trabaja en impedir que se ejecute, la posición no parece la más responsable, más bien parece un engaño. Pero no un engaño al gobierno municipal, sino un engaño a la ciudad y a los vecinos», aseveró el alcalde de Ferrol.
Ferrol en Común justifica su decisión
Por su parte, desde Ferrol en Común justifican su decisión porque consideran que la fórmula elegida para obtener este crédito «no era la más adecuada para desarrollar un proyecto de ciudad». «Lo que se pide no se paga en el actual mandato y solo se puede ejecutar en este mandato», explicaron hoy desde el partido. Además, hicieron hincapié en que el crédito se había comprometido con «una entidad bancaria que ha desmantelado los servicios de proximidad en nuestra comarca».
Los de Jorge Suárez, también han reprochado a Mato que se haya dado prioridad a algunas obras sobre otras, «como el proyecto de cinco millones de euros para la calle de la Iglesia, aparcando los puntos acordados con FeC, que consiguió a través de la negociación un presupuesto descentralizado a los barrios como como A Cabana, Ultramar, Inferniño o Recimil y zona rural, y que ahora ven frustradas sus expectativas».