Ante la plaga causada por la concentración de poblaciones de estorninos en la ciudad, el Ejecutivo de Lara Méndez activó desde Medio Ambiente una nueva campaña para controlar su asentamiento y, tras varias jornadas de intenso trabajo, se considera ya controlada.
El teniente de alcaldesa, Miguel Fernández, explicó que las zonas más afectadas fueron los parques de Rosalía de Castro y Milagrosa (Frigsa), «localizaciones históricamente preferidas por estas aves, en las que intentan asentarse de forma preferente y que están consideradas los dormideiros primarios». Sin embargo, las medidas de control afectaron a otros 26 enclaves como la Avenida Ramón Ferreiro, la Iglesia de San Francisco, la Plaza Mayor o la Diputación Provincial».
La empresa especializada que realizó las labores para alejar los estorninos estima la presencia de unos 47.000 ejemplares en toda la ciudad. Las actuaciones llevadas a cabo fueron intensivas, precisando de dos técnicos de control trabajando de forma simultánea durante varias jornadas consecutivas, que utilizaron sistemas de sonidos de alarma fijos y móviles, vuelos de intimidación de aves rapaces adiestradas, además de otras técnicas complementarias, variando las metodologías según las necesidades del servicio.