Trabajadoras y trabajadores de Leche Celta marcharon este miércoles desde la fábrica hasta la Casa del Ayuntamiento de Pontedeume en demanda de un convenio colectivo digno y para rechazar las pretensiones de la empresa de «imponer un sistema retributivo arbitrario e injusto que penaliza las personas que caen enfermas o cogen permisos».
La marcha salió por vuelta de las 11:30 horas de las instalaciones que Leche Celta tiene en Andrade y discurrió hasta la Plaza del Ayuntamiento donde se realizó una concentración. Allí la presidenta del comité, María Xosé Vizoso, dio lectura a un manifiesto explicando la lucha que el personal está llevando adelante en demanda de un convenio con derechos para este centro de trabajo.
La empresa solicitó un AGA
Vizoso también informó que la representación social acababa de conocer que la empresa —que no mantuvo contacto con el comité desde que el pasado 10 de enero dieron comienzo los paros laborales— solicitó en el día ayer una mediación en el AGA, de la que aún no se recibió la comunicación oficial.

A la espera de recibir la solicitud y de lo que pueda pasar en una mediación, Vizoso destacó el seguimiento total y absoluto que está registrando la huelga indefinida iniciada el pasado lunes 31 de enero, con un 100% de seguimiento en cada una de los tres turnos de trabajo. Además, en las tres horas que duran los paros que se hacen por turno, el personal permanece en un piquete informativo a las puertas de la fábrica.
Este miércoles se cumple el tercer día de la huelga parcial indefinida que el personal acordó convocar, después de las diversas jornadas de paros realizados desde lo 10 de enero tras la ruptura de las negociaciones del II convenio colectivo de esta planta de transformación de productos lácteos, perteneciente al grupo portugués Lactogal.