Trabajadoras y trabajadores del Hotel Almirante de Ferrol se concentraron en la mañana de este miércoles delante del establecimiento para rechazar la decisión de la empresa Carriles Hoteles de aplicar un nuevo ERTE para todo el personal hasta abril de 2023. En la protesta, convocada por la CIG-Servizos, se denunció la «falta de interés de la compañía por retomar la actividad del Almirante» y la «precaria situación» en la que queda el personal, que desde el inicio de la pandemia ya encadenó varias regulaciones de empleo.
Para el sindicato el límite más preocupante de este nuevo ERTE es que el personal ya tiene parte de la prestación por desempleo consumida «por lo que si la empresa llegase a cerrar no tendrían una prestación lo suficientemente larga para cubrir el período de la busca del nuevo trabajo».
En este sentido, Xabier Rodríguez advierte que el verdadero objetivo de Carriles Hoteles con esta regulación es «quitar de encima a los trabajadores mientras no se resuelven los litigios que tiene abiertos con el propietario del inmueble». Por eso, la CIG-Servizos no comparte los argumentos aportados por la empresa durante el período de consultas, que alega malas condiciones debido la una avería en el sistema de saneamiento de aguas fecales.
Una avería que es responsabilidad del Ayuntamiento de Ferrol, «que ya lleva meses reparada, y que lo queda por hacer son las tareas de limpieza y reparación de las máquinas dañadas —bomba de achique, grupo electrógeno—, explica el representante de la CIG-Servicios.
Advierten desde el sindicato de «la poca intención de la empresa Carriles Hoteles para poner en funcionamiento el hotel ferrolano, más preocupada por el sostenimiento del resto de negocios que tiene en el país y en el extranjero que por darle una oportunidad al Almirante, dando la amarga sensación de que no muestran interes alguno por el hotel más emblemático y simbólico de la comarca». Hay que destacar que el personal de este centro de trabajo tiene antigüedades «que se miden por décadas» y la mayoría de los trabajadores y trabajadoras ya prestaban servicios en este establecimiento antes de la entrada de Carriles.