Hace dos años, el Concello de Valdoviño y el CPI Atios lanzaban un reto al alumnado: rediseñar los patios del centro educativo. Para eso, y en una fase previa, se invitó a los niños y niños a disfrutar estos espacios más allá de las formas habituales, en las que la práctica del fútbol reinaba.
Se hizo a través de dinámicas como sorprender a los estudiantes colocando decenas de sillas en las pistas, gomas en las porterías o grandes cajas en las zonas de paso. Experimentaron e hicieron sus propuestas. Los más jóvenes a través de dibujos y los mayores con propuestas escritas. Se convirtieron así en los arquitectos y arquitectas de los patios.
Esas propuestas se llevaron a planos, y el Ayuntamiento de Valdoviño inició la primera intervención: con una inversión de 12.000 euros se amplió el área de juegos de Infantil, se instaló césped artificial, se fundió el acceso de entrada y se instaló un nuevo portalón.
Estos días se acaba de finalizar la segunda actuación planteada por el alumnado: la construcción de un rocódromo. Para ello fue preciso demoler los antiguos vestuarios anexos al pabellón, acondicionar la zona, instalar suelo de caucho y pintar una de las fachadas del inmueble deportivo. Unos trabajos que se completaron con mejoras en el acceso. En suma, se invirtieron 46.000 euros.

Además, el rocódromo vino acompañado de una hermosa obra artística que firma Martín Núñez, antiguo alumno del Atios y hoy estudiante de Bellas Artes. Autor de otras creaciones de arte urbano en el municipio, entre las que destaca su versión del Guernica en el paseo de la Frouxeira, en esta ocasión su inspiración fue el territorio y la obra del artista japonés Katsushika Hokusai.
Reinterpreta en el Atios una de sus creaciones sustituyendo, eso sí, el monte Fuji por el Faro de la Frouxeira, y logrando su vinculación con el municipio. Estos días, el alcalde, Alberto González, junto al director del centro, Antonio Cebreiro, el concejal de Servicios Benito Vega y el propio artista, inauguraban la obra.