El Ayuntamiento de Valdoviño, a través de la concejalía de Sanidad, acaba de instalar desfibriladores en algunos de los principales inmuebles e instalaciones municipales. En concreto, la casa consistorial, casa de la cultura, piscina municipal, pabellón del Longoiro, campo de fútbol de Mourente, centro social de Vilaboa —antigua escuela unitaria— y stands de socorrismo y salvamento de las playas de Meirás y Vilarrube, que se suman así a los de la Frouxeira y Pantín.
La intención, tal y como explicó el alcalde, Alberto González, es avanzar en el objetivo de lograr convertir a Valdoviño en un ayuntamiento cardioprotegido, de modo que cualquier vecino esté lo más cerca posible de un desfibrilador semiautomático (DESA) en caso de sufrir una parada cardiorrespiratoria.
Para eso, la concejala de Sanidade, Ana Belén Pérez, explicó que el proyecto contempla una segunda fase con la adquisición de diez dispositivos más. En el caso de los instalados, detalló que también se acompañó de una sesión de formación inicial en soporte vital básico y manejo del desfibrilador semiautomático, que se suma a las acciones previas impulsadas por el Ayuntamiento en esta materia. Y, complementariamente, con los servicios de mantenimiento de todas las instalaciones.
Además, la Policía Local contará también con un desfibrilador con instalación móvil para poder desplazarlo en sus vehículos, facilitando una pronta respuesta en caso de emergencia. Y, del mismo modo, el Ayuntamiento entregará el mismo equipo al destacamento en Valdoviño de la Guardia Civil, lo que permitirá extender este servicio al horario nocturno. Estos equipos se suman al existente en el CPI Atios, un proyecto impulsado por la ANPA Costa con la implicación de toda la comunidad educativa a través de una campaña solidaria; a los situados hasta el momento en los stands de socorrismo de A Frouxeira y Pantín y del que dispone Protección Civil.
