El marinero y poeta ceense Xosé Iglesias avistó este miércoles un tiburón peregrino cuando navegaba frente a las costas de A Coruña: el escualo nadó muy cerca de la proa de su barco durante un tiempo prolongado, lo que le permitió captar su imagen en un vídeo con su teléfono móvil.
Este ejemplar de Cetorhinus maximus parecía ser una cría, toda vez que un adulto puede llegar a medir hasta ocho metros, lo que lo convierte en el segundo pez más grande del mundo, tan solo por detrás del tiburón ballena. Más allá de su aspecto, similar al de otros tiburones, este animal no representa ningún peligro, ya que se alimenta filtrando agua, para lo que abre totalmente su boca y utiliza sus enormes branquias.
No es el primer avistamiento de un tiburón peregrino en las costas gallegas: la semana pasada había aparecido uno en el puerto de Cangas y el pasado mes de junio otro terminó varado en una playa de Oleiros tras haber muerto debido a la ingesta de plásticos.
A pesar de que no son carnívoros y son totalmente inofensivos para los humanos, desde la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) recomiendan no interactuar con él para evitar generarle estrés.