El proyecto para dotar de aceras la DP-3612 a su paso por A Cabana acaba de salvar un nuevo escollo que permitirá ejecutar esta ansiada obra en los próximos meses. El Boletín Oficial del Estado (BOE) resolvía ayer que los terrenos por los que transcurrirán las aceras quedan desafectados de cualquier tipo de actividad portuaria, ya que no existen usos concretos relacionados con este fin. Por eso, en virtud de esta resolución del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbano, los terrenos pasan a ser declarados de uso abierto a la ciudadanía no necesarios para el funcionamiento portuario. Esto significa que las fincas necesarias para ejecutar las aceras ya se pueden expropiar.
Algo de lo que, previsiblemente, se hará cargo la Diputación de A Coruña, pero que pagará el Concello. La mayoría de los terrenos se expropiarán a la Autoridad Portuaria, ya que sigue siendo la propietaria, aunque también existe alguna finca privada. El proyecto se enmarca en el acuerdo alcanzado en julio de 2020 entre el Puerto y el Concello por el que el organismo marítimo cedería 250.000 metros cuadrados a la ciudad, entre ellos 33.443 metros cuadrados en A Cabana, que acogen, entre otros, la estación de impulsión, perteneciente a la red de saneamiento, el local de la asociación de vecinos, la iglesia, el parque infantil y parte del paseo marítimo.
La pretensión del gobierno de Mato es que las obras se ejecuten antes de que finalice el mandato, ya que se trata de uno de los compromisos que adquirió con los vecinos de la zona, que llevan décadas reclamando esta infraestructura. Esta fase cuenta con un presupuesto estimado superior a los 720.000 euros, incluyendo las expropiaciones y forma parte del ambicioso plan del ejecutivo local de enlazar estas nuevas aceras de A Cabana con las construidas recientemente en Serantes, en las que se han invertido cerca de 630.000 euros y que ya dan servicio al barrio desde el pasado mes de agosto.
