La Audiencia Provincial de A Coruña ha ratificado la condena a cuatro años de internamiento en régimen cerrado a un joven por un delito continuado de agresión sexual a su prima, cuando ambos eran menores y convivían en el domicilio de la abuela.
El fallo rechaza los argumentos de la defensa, entre ellos que la condena —con dos años también de libertad vigilada con asistencia educativa— fuese desproporcionada. Lo hace en relación a unos hechos que se produjeron entre 2013 y 2016 y que comenzaron, según recoge el fallo, cuando él tenía 14 años y ella cuatro menos.
Sin embargo, hasta 2018 no se denunciaron ya que la menor, explica la sentencia, sufrió amenazas por parte del condenado si contaba lo sucedido. De hecho, fue un intento de suicidio registrado por ella —ha tenido un total de cuatro— lo que provocó que lo diera a conocer.
La sentencia explica que la menor, que había sufrido acoso en el ámbito escolar, solía acudir a su primo en busca de «consejo y ayuda» y precisa que fue en el transcurso de esta relación cuando «en un número de ocasiones imposible de precisar, pero, en todo caso, muy superior a tres, actuando con ánimo de obtener satisfacción sexual le obligó a realizar diferentes actos sexuales».
«En todas estas ocasiones, para doblegar la voluntad de la menor y lograr que se sometiera a sus deseos y, al mismo tiempo, para asegurarse de que no contase a ningún otro familiar la situación que estaba viviendo, empleaba expresiones verbales dirigidas a causarle temor e intranquilidad».
También, añade, «le decía que si no hacía lo que él le pedía o si se lo contaba a alguien, le pegaría o que él le contaría a su familiares que ella era la culpable de la situación». El fallo relata que llegó a decirle que si se sabía la culparían del conflicto familiar y que exhibiría fotografías de ella desnuda. También le atribuye el uso de la fuerza para «vencerla».
